El que anda desesperado por “cumplir la cuota” de votantes en la elección judicial, nos platican, es el gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío (Morena), quien convocó a una encerrona con su gabinete, diputados y candidatos preferidos para exigirles que “le echen montón” a la elección. Sin embargo, nos aseguran que en los pasillos del Palacio de Gobierno varios empleados y funcionarios señalan que los tiene hartos por los llamados a “ponerse la camiseta” y el hostigamiento, pues los requieren hasta en sus días de descanso, además de pedirles listas de posibles votantes, por lo que algunos dicen que viven en el más puro estilo priista, pero “recargado”. ¡Auch!
El Congreso “futbolero”
Desde Chiapas, nos cuentan que al Congreso local le falta poco para convertirse en casino, ya que diputados como Juan Manuel Utrilla Constantino (PVEM), el presidente de la Mesa directiva Luis Ignacio Avendaño Bermúdez (PVEM) y el titular de la Junta de Coordinación Política, Mario Guillén Guillén, (Morena), estuvieron muy ocupados haciendo apuestas con los resultados del futbol. El colmo del asunto, nos dicen, fue que usaron la sede legislativa para cobrar uno de sus retos en el que don Luis Ignacio debió de vestir la playera del América, ante la burla de don Mario, lo que molestó a más de uno que preguntó, en verdad ¿no tienen nada más importante que hacer? como si el estado estuviera “en la gloria”. ¡Vaya prioridades!
“Cierran puertas” a motociclistas
Para sorpresa de “propios y extraños”, nos comentan, en el Congreso de Puebla “hubo oídos sordos” para conformar la nueva reforma a la Ley de Movilidad y Seguridad Vial, en la cual se considera obligar a los motociclistas a portar el número de placa en cascos y chamarras. Nos indican que hace unos días, el gremio realizó una movilización en la que afirmó que están de acuerdo en regular y poner orden, pero llamaron a los legisladores a no cometer excesos, pero por parte de los diputados no hubo respuesta, ni de la titular de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, la morenista Laura Artemisa García Chávez, quien “ni los vio ni los escuchó”.