La que mostró que le gusta “ver arder el bosque”, nos platican, fue la gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno Silva (Morena), quien acudió al Congreso local a la toma de protesta del nuevo alcalde de la capital, Riult Rivera Gutiérrez (PAN) y fue abucheada. Nos relatan que doña Indira “sin querer, queriendo” pasó por alto que don Riult es panista y, ante un salón repleto de opositores a la 4T, afirmó que “todavía nos embarga la nostalgia de la despedida de nuestro querido expresidente Andrés Manuel López Obrador”, lo que generó una inmediata rechifla y abucheos; no conforme, agregó que es el exmandatario con mejor aprobación ciudadana con más de 80% y cerró reprochando que de seguro en el recinto estaba el 20% restante. ¡Auch!
El alcalde “espantapolicías”
El que protagonizó “tremendo numerito” en San Luis Potosí, nos cuentan, es el alcalde de Huehuetlán, Ramón Martínez Avitud (Morena), quien fue parado por elementos de la Guardia Civil estatal para una revisión por traer una camioneta con vidrios polarizados, blindada y presuntamente con un orificio de bala. Nos narran que don Ramón preguntaba a los agentes qué había hecho y, tras hacerse de palabras, varios pobladores se acercaron para apoyar al edil, por lo que los uniformados aplicaron el “patitas, para qué las quiero”, se subieron a su patrulla y huyeron, mientras don Ramón y sus funcionarios corrían tras ellos, sin que pasara a mayores. ¿Quién escondería algo?
Mucho ruido y sólo era una réplica
Desde Yucatán, nos comparten que tremenda polémica se armó el pasado fin de semana por una foto que subió a sus redes sociales Joaquín Díaz Méndez, hijo del gobernador Joaquín Huacho Díaz Mena (Morena), sentado, presuntamente, en la silla principal del despacho del mandatario estatal. Sin embargo, nos explican que sólo se trató de una foto tomada en una réplica de la oficina, que está instalada en un museo que inauguró el exgobernador Mauricio Vila Dosal (PAN) hace un tiempo y donde está la copia del escritorio y la silla del mandatario que había usado y donde cualquier visitante puede sentarse, además de que don Huacho asegura que no le han entregado los muebles que se pidieron para su despacho. ¡Qué tal!