La que se tomó muy a pecho eso de que “Jalisco nunca pierde y cuando pierde arrebata”, nos cuentan, es la excandidata al gobierno del estado, Claudia Delgadillo González (Morena), ya que prepara el camino para proclamarse como “gobernadora legítima” en caso de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no anule la elección estatal, luego de que “ha acusado hasta el cansancio” que presuntamente “le jugaron chueco” y hubo “fraude” (¿dónde hemos oído eso?). Nos señalan que, en esa ruta, doña Claudia ha sumado a decenas de organizaciones campesinas que se han congregado en el autodenominado Consejo Agroalimentario del estado, el cual ahora busca conformar una agrupación política para adherirse a Morena. A ver si no cierran avenida Patria dos meses. ¡Ups!
Trabajo legislativo: “como veo, doy”
Los que “nomás no tuvieron remedio” en Nuevo León, nos comparten, son los diputados locales, quienes por andar “en la grilla” en los últimos tres años, dejaron de lado su tarea de legislar y ahora quieren sacar sus pendientes en la última semana de funciones. Nos detallan que, debido al gran número de asuntos que quieren sacar, el Congreso local a cargo del priista Ricardo Canavati Hadjópulos programó una sesión para el próximo sábado, pero con la casualidad de que ese mismo día entran en funciones los nuevos legisladores, quienes tienen programada la instalación de la Legislatura a las 3 de la tarde, por lo que varios prevén que haya “aprobaciones al vapor”, entre las que pasarán varias cuentas públicas pendientes. ¡Auch!
Tensa visita a Yucatán
A la que dejaron con cara de “what” en su visita a Yucatán, nos platican, es a la ministra Loretta Ortiz Ahlf, quien el pasado fin de semana fue increpada en un foro de la reforma judicial en Mérida por la abogada Mildred Berrón Marín, trabajadora del Juzgado Segundo de Distrito. En el evento, nos detallan que doña Loretta reconoció “sin pelos en la lengua” haber apoyado a la 4T y ser integrante de Morena, lo cual fue reprochado por la joven Mildred, quien le señaló que no era algo que debería pregonar, pues habla de su parcialidad siendo una ministra de la Corte y alertó que la reforma judicial a la larga dejará en malas condiciones la impartición de justicia en el país. Como dicen, “para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo”.