El que se encuentra en el ojo del huracán, nos platican, es el alcalde de Guanajuato, Alejandro Navarro Saldaña (PAN), pues canceló el concierto de Natanael Cano en el estadio de béisbol José Aguilar y Maya, debido a la oposición de padres de familia, vecinos y ecologistas. Nos recuerdan que a don Alejandro, le encanta ser el centro de atención y dejó abierta la posibilidad de que el cantante de corridos tumbados se presente en otra fecha y otra sede. Lo malo es que la Policía y Fiscalización ya habían destinado recursos para la seguridad y será un pendiente que le deje a su sucesora y esposa Samantha Smith Gutiérrez (PAN). ¡Zas!
Eliminan bonos para diputados
Donde hay “caras largas”, nos cuentan, es en el Congreso de Hidalgo, pues más de uno se frotaba las manos en espera de bonos o compensaciones, que eran una tradición cada fin de legislatura. Sin embargo, nos indican que varios corazones se rompieron luego de que el presidente de la Junta de Gobierno, Jesús Osiris Leines Medécigo (PT), advirtió que no está previsto ningún extra para los 30 diputados que tendrán su último mes en agosto, y sólo podrán aspirar al pago proporcional de su aguinaldo, por lo que les recomendó a sus compañeros tomar sus precauciones, y aunque no a todos les cayó muy bien el anuncio, más de uno en las calles lo aplaudirá. ¿Podrán resistir a la tentación?
Entre la espada y la pared
Donde se ponen buenos los jaloneos, nos cuentan, es en Morena de Sinaloa, pues hay una guerra política de baja intensidad, donde la manzana de la discordia es la diputada local Victoria Sánchez Peña (Morena), madre de la diputada federal reelecta y dirigente estatal, Merary Villegas Sánchez. El problema, nos explican, es que hay una investigación en la Comisión de Honor y Justicia por una petición que pide la expulsión de doña Victoria por traición, luego de que compitió para la alcaldía de Culiacán bajo las siglas del PT y se dio vuelo criticando al abanderado morenista Juan de Dios Gámez Mendívil, y aunque ahora hace pico de cera y no quiere ni saber del tema. La que está entre la espada y la pared es doña Merary, pues quedó entre su mamá y el partido. ¡Qué dilema!