Desde Hidalgo, nos platican que el dirigente estatal de Morena, Marco Antonio Rico Mercado, fue exhibido “delante de las visitas”, pues fue abucheado por la militancia durante una asamblea informativa en la que estuvieron presentes la dirigente nacional, Luisa María Alcalde Luján, y el secretario de Organización, Andrés Manuel López Beltrán. Nos relatan que cuando don Marco Antonio quería lucirse con su discurso se soltaron los chiflidos y los gritos de “¡fuera, fuera!”, por lo que tuvo que interrumpir su mensaje en varias ocasiones y hasta fue desplegada una gran manta con la leyenda: “Fuera Marco Rico, traidor a la democracia”, pues lo acusan de que en el pasado proceso electoral vendió varias candidaturas. ¡Qué oso!
Ni el ayuntamiento respetan
Donde “se encendieron los focos rojos”, nos comentan, es en San Luis Potosí, luego de que se presentaron varios días de enfrentamientos entre civiles armados y la Guardia Civil del estado, operativos aéreos y terrestres y hasta revisiones a comandancias municipales. Nos indican que en particular llamó la atención el ayuntamiento de Ciudad Valles, a cargo del alcalde David Armando Medina Salazar (PVEM), donde el Palacio de Gobierno amaneció con una lona de un grupo delincuencial advirtiendo la pugna territorial en el estado y, aunque se ha reforzado la vigilancia, hay tensión en el ambiente por el alcance de las organizaciones criminales. ¡Qué tal!
PVEM se empieza a acomodar
Nos comparten que, en Chihuahua, el PVEM “prepara el terreno” para 2027 con el nombramiento de su dirigente municipal en Ciudad Juárez. Nos detallan que el partido impuso como líder a Alejandro Pérez Escalante, hijo del diputado federal Alejandro Pérez Cuéllar (PVEM), quien ganó en las elecciones pasadas, en coalición con Morena y el PT, por lo que varios interpretan que, don Alejandro, al empujar a su hijo, quiere apuntalar la coalición con sus aliados para obtener el ayuntamiento de esta ciudad fronteriza y que su coalición obtenga la gubernatura, aunque sus detractores aseguran que el PVEM sólo quiere seguir “nadando de muertito” como hasta ahora. ¡Auch!