La elección del domingo fue un rotundo fracaso y dejó al descubierto que el régimen no tiene el respaldo del pueblo de México y que, en realidad, es pura demagogia que los mexicanos avalaran una reforma que destruyó al Poder Judicial.

No sorprende que los 9 ministros electos fueran los que aparecieron en los acordeones del bienestar, ya que estos comicios estuvieron manchados por la intromisión gubernamental, por las amenazas, por las urnas embarazadas, por las boletas prellenadas, por la desorganización y por el despilfarro de recursos públicos.

Este 1 de junio, 87 de los casi 100 millones de mexicanos con derecho al voto, repudiaron la reforma judicial, ya que no acudieron a las urnas y castigaron duramente al régimen. Un golpe que dilapida el discurso de popularidad y de respaldo ciudadano. En 2024, el régimen obtuvo 36 millones de votos, en esta ocasión hubo menos de 10 millones de votos válidos, eso significa que, en un año, han perdido 26 millones de votantes.

Hay que decirlo, la participación ciudadana fue la más baja en las últimas décadas. De cada 10 mexicanos, 9 no acudieron a las urnas. Este abstencionismo no tiene precedentes, ya que según los datos históricos del propio Instituto Nacional Electoral, las elecciones intermedias de 2003 habían sido las de más baja participación, donde sólo el 41.6 por ciento de la población fue a ejercer su voto.

La fallida elección judicial costó 7 mil millones de pesos a los mexicanos. Han sido los comicios más caros en la historia moderna de nuestro país. Cada voto válido costó más de 700 pesos, en la instalación de cada casilla se erogaron más de 83 mil pesos. Y por si fuera poco, se fueron a la basura 522 millones de boletas sin usar.

Desde la administración anterior, quedó claro que lo que busca el gobierno federal no es justicia para los mexicanos, es apropiarse del Poder Judicial y destruir los contrapesos. Esta elección es la materialización de la venganza del régimen contra la Corte y los juzgados que le pusieron límites a sus arbitrariedades.

Lo que hoy ha hecho el régimen es politizar la justicia, romper con la división de poderes y controlar al Poder Judicial con perfiles que el propio Poder Ejecutivo propuso. Ojalá los nuevos juzgadores tengan altura de miras y muestren autonomía e independencia. La prioridad debe ser el ciudadano que busca justicia.

El pilón:

Los comicios en Durango y Veracruz nos dejaron una reflexión importante: se le pude ganar a Morena y los resultados fueron claros.

En Durango, el PAN gobernará más población que antes, además de que ganó más municipios que en la elección pasada. En Veracruz, se duplicaron las alcaldías ganadas y se retuvo el municipio de Boca del Río.

Gracias a todos los que respaldaron el proyecto de Acción Nacional en estas elecciones.

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Diputada federal. @kenialopezr

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