Lamentablemente, el pueblo de Venezuela está sufriendo un robo por parte del régimen de Nicolás Maduro, quien no quiere reconocer la verdad: ha perdido la elección presidencial.
El domingo pasado, la ciudadanía salió en paz a ejercer su derecho y votaron por Edmundo González, sin embargo, el dictador pretende robarse la elección y con ello, quitarles a los venezolanos la esperanza de tener un mejor gobierno.
Fue un proceso plagado de irregularidades. Por ejemplo, no dejaron votar a los venezolanos que están en el extranjero. Según datos de diversos colectivos, estiman que entre 7 y 12 millones de venezolanos se encuentran refugiados alrededor del mundo, sin embargo, la autoridad electoral sólo dejó que votaran 69 mil personas. Una cifra inadmisible cuando la población en el exterior es abismal.
Incluso, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela detuvo la transmisión en vivo del cómputo de actas para después anunciar el resultado en favor del régimen chavista. Claramente, esta información fue manipulada por la autoridad electoral que hoy, se encuentra cooptada por el régimen populista.
El equipo de Edmundo González y María Corina Machado, con total transparencia, dispusieron un sistema alterno de conteo de votos, el cual ha sido actualizado desde el domingo pasado y que, a la hora de cierre de esta columna, lleva el 81.85% de las actas computadas, mismas que reflejan que, de los 10 millones 693 mil 249 votos, el 67% votó por la oposición y sólo el 30% por el régimen oficialista.
Los venezolanos han tenido que salir a las calles a defender su derecho para que su voto sea respetado y que los resultados reflejen la voluntad mayoritaria del pueblo expresada en las urnas. Desafortunadamente, el régimen de Maduro ha sido intolerante con estas manifestaciones.
Ante esta situación, los países democráticos estamos llamados a defender los derechos de la comunidad venezolana; tenemos la responsabilidad de ser solidarios con ese pueblo y ser consecuentes con el principio de legitimidad democrática que hemos prometido defender.
El régimen populista de Venezuela lleva 25 años, y ha traído división y pobreza al pueblo venezolano. México no debe acompañar el fraude electoral realizado por el régimen de Maduro. Nuestro país no puede ser comparsa de este atentado contra la democracia. Lo que está viviendo Venezuela, lamentablemente, puede ser a futuro lo que se viva en este país, por eso no lo podemos permitir.
El pilón:
Morena, en un vil atraco, pretende beneficiar a sus partidos satélites. En el caso del PVEM, obtuvo 4,993,988 votos en la elección de diputaciones federales, es decir, el quinto lugar —muy por debajo de la oposición—, pero desde la SEGOB pretenden convertirlo en la segunda fuerza en el Congreso de la Unión.
Por lo que hace al PT, por cada 65 mil votos le están contabilizando una diputación, mientras que al PAN, por cada 147 mil votos le están proyectando una curul.
Las consejeras y consejeros del INE deben respetar y defender el principio de igualdad del voto ciudadano. No deben permitir este fraude a la ley y a la Constitución.
Senadora de la República