El sexenio anterior es el más corrupto en los últimos 30 años según Transparencia Internacional, una organización no gubernamental que combate la corrupción en el mundo y expone los sistemas y redes que facilitan ese flagelo. Según el ranking publicado, México pasó del lugar 135 al 140, ya que sólo obtuvo 26 puntos de 100. Incluso, se encuentra por debajo de naciones como Bolivia, Irak o Sudáfrica.
El Índice de Percepción de Corrupción demuestra que la corrupción que el régimen prometió barrer, como las escaleras, de arriba para abajo, no sólo no la barrieron, sino que la incrementaron. Subieron las adjudicaciones directas y la opacidad.
Dentro del grupo de naciones que conforman la OCDE, México quedó en el último lugar, siendo la trigésima octava economía peor evaluada. Tratándose de los países integrantes del G20, ocupa el penúltimo lugar, sólo por debajo de Rusia.
Pero más allá de un número, lo que destaca este índice, según Transparencia Internacional, es que “El Poder Judicial en México, cuya puntuación como país es la más baja hasta el momento, no ha logrado tomar medidas contra casos de corrupción emblemáticos, como Odebrecht y Segalmex”.
Los anteriores casos, así como el Tren Maya y la Refinería “Dos Bocas” son ejemplos emblemáticos del porqué México se encuentra en ese nivel de corrupción. Segalmex ha sido el desfalco más grave y más grande en toda la historia de nuestro país. Durante 4 años, se detectaron irregularidades por 15 mil millones de pesos, aun y cuando se hizo público, a la fecha, siguen sin deslindarse responsabilidades.
La destrucción del INAI, del Poder Judicial y del sistema anticorrupción, han demostrado que la prioridad del régimen es la eliminación de los contrapesos para así no tener límites, eso significa un poder absoluto. Recordemos la frase histórica de Lord Acton: “El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”.
Para enfrentar los retos internacionales que México atraviesa, a propósito de las órdenes ejecutivas emitidas en Estados Unidos de América, se necesita un gobierno honesto y transparente que brinde certeza legal a nivel internacional, no sólo a las autoridades sino también a los inversionistas, por lo que será necesario que el gobierno mexicano se enfoque en romper sus alianzas con el crimen organizado y también con romper los patrones de corrupción que se generaron en el sexenio anterior.
El pilón:
La sesión de ayer de la SCJN demostró que, derivado de la reforma al Poder Judicial impulsada por el régimen, nos encontramos en una crisis constitucional.
Ha sido un proceso atropellado, al vapor, que prioriza el azar y que desacata órdenes jurisdiccionales. Estamos ante el peor momento en la historia constitucional de nuestro país y todo por la obsesión de destruir los contrapesos.
Diputada federal. @kenialopezr