De acuerdo con el Diccionario panhispánico del español jurídico de la Real Academia Española, un crimen de lesa humanidad es el que se comete como parte de un ataque generalizado contra una población civil. El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, en su Artículo 7, define:
“1.- (…) se entenderá por «crimen de lesa humanidad» cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil (…): a) Asesinato; b) Exterminio; c) Esclavitud; d) Deportación o traslado forzoso de población; e) Encarcelación u otra privación grave de la libertad física (…); f) Tortura; (…); h) Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género (…); j) El crimen de «apartheid». k) Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física”.
Luego, el Estatuto determina:
“2.- A los efectos del párrafo 1: a) Por «ataque contra una población civil» se entenderá una línea de conducta que implique la comisión múltiple de actos mencionados en el párrafo 1 contra una población civil, de conformidad con la política de un Estado o de una organización de cometer ese ataque o para promover esa política; b) El «exterminio» comprenderá la imposición intencional de condiciones de vida, entre otras, la privación del acceso a alimentos o medicinas encaminadas a causar la destrucción de parte de una población; (…); g) Por «persecución» se entenderá la privación intencional y grave de derechos fundamentales en contravención del derecho internacional en razón de la identidad del grupo o de la colectividad. h) Por el crimen de «apartheid» se entenderán los actos inhumanos de carácter similar a los mencionados en el párrafo 1 cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un grupo racial sobre uno o más grupos raciales y con la intención de mantener ese régimen; (…)”.
Lo que el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, perpetra en Gaza, es un genocidio. Vamos muy tarde: ya es el momento de usar y repetir la palabra: ge-no-ci-dio. Y no es que lo diga yo, así lo establece el orden internacional: el 9 diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 260 A (III), adoptó la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. La resolución para perseguirlo entró en vigor el 12 de enero de 1951. ¿Qué es “genocidio” para las naciones?
“Artículo II. En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, cometidos con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal: a) Matanza de miembros del grupo; b) Atentado grave contra la integridad física o mental de los miembros del grupo; c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física total o parcial; d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; (…)”. Es decir, todo lo que ocurre en Gaza.
Tengo gente muy-muy querida en la comunidad judía, mujeres y hombres entrañables que apoyan el derecho de Israel para defenderse de terroristas, pero que en su gran mayoría ya repudian sin matices la barbarie del primer ministro israelí. Lo de Gaza es inadmisible y absolutamente reprobable porque es una política de Estado que pretende el exterminio del pueblo palestino a través de una estrategia bélica absolutamente genocida.
Que no le desvíen la atención: hay que impedir el exterminio de los palestinos en Gaza, porque nuestro silencio raya en la complicidad.
Trasfondo
¿Quiere usted datos duros para sustentar lo que he escrito?
"Gaza se ha convertido en algo peor que el infierno en la Tierra". Son palabras de la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric. ¿Por qué lo dice? Desde el inicio de la campaña de Israel para arrasar con Gaza ya son más de 53 mil los palestinos muertos, lo que representa más del 2,5% de la población. Entre éstos, más de 17 mil niñas y niños, incluidos bebés, 900 menores de un año.
Imagine que nos invaden militares de Estados Unidos enviados por el energúmeno de la Casa Blanca, por Donald Trump, y que en año y medio de agresión militar pierden la vida 3.1 millones de mexicanos, incluidos cientos de miles de niñas y niños asesinados a punta de bombardeos de casas, escuelas y hospitales. Esa es la dimensión de la tragedia en Palestina, donde, además, se han registrado arriba de 120 mil los heridos. Un estadio Azteca retacado de heridos.
Bombas, hambre: “No hay lugar seguro en Gaza”, ha dicho la Cruz Roja. Desplazamientos masivos y una población atrapada sin acceso a alimentos y salud, gente alimentados por goteo o con una cuchara al día. Eso es inhumano. Un castigo colectivo injustificado y desmedido por la infame agresión de un grupo terrorista contra suelo israelí. La UNRWA, que es la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina en Oriente Medio, tiene escuelas que sirven como refugios de emergencia pero están abarrotadas, con más de 400 mil personas en sus instalaciones. Imagine cómo viven, en qué condiciones sanitarias.
Un inaudito 85 por ciento de la población total de Gaza -que es de 2.2 millones de civiles- han sido desplazados por la fuerza, según el Coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas.
¿Qué más le digo? Que 470 mil personas sufrirán hambruna en los próximos meses en Gaza, según las agencias de ayuda internacionales, y que quizá 14 mil niños palestinos no lleguen a adultos si, en los próximos 10 meses, según ha alertado Naciones Unidas, Israel no aumenta la ayuda humanitaria a Gaza, leo en El País.
Unos datos finales que me dan escalofríos, pero también me indignan. Una persona, según la OMS, debe disponer al menos de 7.5 litros de agua para beber, cocinar y su higiene personal. El mínimo para sobrevivir es de 2.5 litros para mantener el funcionamiento corporal adecuado. Actualmente, en promedio, sólo hay 1.33 litros disponibles por persona en Gaza.
¿Me puede decir qué demonios haría usted para vivir cada jornada con 1.33 litros de agua para beber, lavarse los dientes, bañarse y cocinar?
Gaza, hoy, a causa del gobierno de Israel.
“La humanidad está fracasando en Gaza”, dijo durante una entrevista con la BBC la mencionada presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, y advirtió que ese sitio se ha vuelto “peor” que el infierno en la Tierra. Mirjana Spoljaric le expresó a Jeremy Bowen, editor internacional de la BBC, que los líderes del mundo están tienen la obligación de actuar ahora mismo
Pues sí, pero no pasa nada.
En Gaza, olvidemos el gerundio: no estamos fracasando, ya fracasamos como humanidad.
Al fondo
En una columna publicada el lunes 26 de mayo en el periódico Libération de Francia, 300 escritoras y escritores francófonos exigieron que la comunidad internacional defina lo que está ocurriendo en Gaza como “genocidio”, entre ellos, dos premios Nobel de Literatura: Annie Ernaux y Jean Marie Gustave Le Clézio.
Pues eso: genocidio.
jp.becerra.acosta.m@gmail.com
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