Cifras más recientes del INEGI sobre las principales causas de muertes en mujeres mexicanas: en las adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años, la segunda causa de muerte son las agresiones.
Los homicidios.
Qué mensaje brutal del patriarcado mexicano. Del machismo mexicano. De este país feminicida. No seas niña. No seas adolescente. No seas mexicana. Eres mía. Te puedo matar cuando quiera, cualquier día, en cualquier lugar, incluida tu casa.
Qué barbaridad.
Fueron perpetrados 2,564 homicidios dolosos contra mujeres el año pasado. Fueron perpetrados 839 feminicidios. Fueron perpetrados, en total, 3,403 asesinatos de mujeres en 2024.
Qué vergüenza que transcurran los años y esta masacre diaria continúe: en promedio, nueve mujeres (9.2), adolescentes y niñas asesinadas cada día. Al menos cuatro cada doce horas, una cada tres horas. Dicen por ahí algunos nuevos priistas, que son los muchos morenistas: “Eran diez al día, ahora ya nada más son nueve”. Esa es su aritmética de la igualdad de género y esas son sus matemáticas de un fenómeno lacerante. Vuelvo a los datos duros del inicio de esta columna: en las adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años la segunda causa de muerte son las agresiones. Los homicidios. La segunda causa de muerte para esas adolescentes y jóvenes deberían ser los tumores malignos (lo cual es una pésima noticia, ya que son la tercera causa), pero no, la brutalidad de la misoginia mexicana se apostó ya ahí, en el segundo lugar. Y no cede. Quizá por eso la cuarta causa de muerte entre esas adolescentes y jóvenes sean las lesiones autoinfligidas. Los suicidios. La búsqueda del escape final de un mundo que las violenta, que las maltrata.
Pinche sociedad macha que trata así a sus niñas-adolescentes que apenas empezaban a vivir su existencia, que apenas estaban en la secundaria o en la prepa, y que maltrata así a sus jóvenes mujeres que recién iniciaban su adultez, que apenas terminaban la universidad, si acaso habían logrado que en sus hogares ultraconservadores les permitieran tener estudios superiores.
Por fortuna, sus hermanas entre 25 y 34 años se salvan de ese mundo monstruoso…
¡Ah, no! Para ellas también, la segunda causa de muerte son las agresiones. Los homicidios. Qué país es este que asesina a sus mujeres que querían seguir estudiando, o que apenas empezaban a trabajar y que quizá pensaban formar una nueva familia. Qué país hostil. Por eso, o en buena medida por ello, los suicidios las agobian casi igual que sus hermanas menores: son la quinta causa de muerte entre ellas.
Pero, las más chiquitas estarán libres de agresiones, ¿verdad? No tanto. En México, no: las agresiones, los homicidios, son la sexta causa de muerte entre las niñas de 5 y 9 años. ¿No les estremece esto? Es la octava causa de muerte en las niñas entre 10 y 14 años. ¿No es espantosa esa realidad?
¿Hay por ahí, en redes sociales, otro guapo machito que me vaya a preguntar por qué las mujeres marchan este sábado 8 de marzo?
Trasfondo
Vuelvo a preguntar, como lo he hecho en otras ocasiones: y nosotros, los hombres, ¿cuándo vamos a romper absolutamente todos los pactos de complicidad existentes en el patriarcado? ¿Cuándo vamos a aislar y denunciar a absolutamente a todos los hombres que perpetúan una y mil violencias contras las mujeres? Tenemos que extirpar de nosotros mismos -cada día- los remanentes de los machismos que abrevamos de niños y adolescentes, sí, pero también exterminar las misoginias de otros hombres que nos rodean.
Ya.
Hoy.
Siempre.
Bajo fondo
Perdonar violencias machas en nombre del Señor no es hacer el bien a la familia y la sociedad, es desmemoria que genera impunidades sistémicas.
jp.becerra.acosta.m@gmail.com
Twitter: @jpbecerraacosta