En la mira está la que este día arranca su participación en la Copa Oro, un torneo desprestigiado por muchos periodistas y aficionados al futbol; sin embargo, es la zona a la que pertenecemos, no nos queda de otra más que jugar ante Trinidad y Tobago, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Estados Unidos, entre otros; pero también debemos tomar en cuenta que estos son los rivales contra los que jugará México en la eliminatoria mundialista rumbo a Qatar 2022.

La Copa Oro no representa un gran reto para Gerardo Martino, pero sí la puede utilizar como un ensayo general para las eliminatorias, para seguir probando jugadores, analizar si Rogelio Funes Mori podrá ganarse un lugar para el Mundial, revisar con su cuerpo técnico quiénes cumplen con el perfil de jugador que se necesita para buscar un quinto partido y, sobre todo, comenzar el cambio generacional. Todos sabemos que Ochoa, Talavera, Guardado, Moreno, Araujo, Jonathan dos Santos y Héctor Herrera se despedirán del TRI una vez concluida la Copa del Mundo en 2022. Llegó el momento de ceder la estafeta a Hirving Lozano, Lainez, Jiménez, Tecatito Corona, Edson Álvarez y algunos otros que se sumarán al proyecto 2026.

Esta Copa, además de ser el torneo de la zona, representa en lo económico un ingreso multimillonario para Concacaf...

¿Sabe cuánto dinero deja un partido de la Selección Nacional en EEUU? Millones de dólares, multipliquemos 60 mil aficionados por un promedio de 90 dólares, nos da una cifra cercana a los cinco millones 400 mil dólares, de un solo partido.

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Incluso para los seleccionados mexicanos, que en caso de ganar el torneo recibirán una prima individual de 100 mil dólares, es negocio.

Este torneo deja una derrama económica altísima para la zona más pobre en cuanto a futbol se refiere en el mundo, vaya paradoja.

La Selección Nacional jugará seis partidos, llegará a la final y la ganará, México seguirá demostrando que es el gigante de la Concacaf.

@JC_Zuniga

 
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