La Administración de Aviación Federal (FAA) del Departamento de Transporte es la autoridad a cargo de regular y supervisar la industria de la aviación en los Estados Unidos.

La FAA mantiene un proceso denominado Evaluación de Seguridad en Materia de Aviación Internacional (IASA), bajo el cual la FAA evalúa a todas aquellas autoridades de aviación civil alrededor del mundo pertenecientes a aquellos países cuyas líneas aéreas han solicitado volar a los Estados Unidos, se encuentren ya volando a los Estados Unidos, o participan en programas de código compartido con líneas aéreas norteamericanas. Esta evaluación tiene como propósito determinar si la autoridad de aviación civil cumple con estándares mínimos internacionales en materia de seguridad aérea.

La FAA realizó una evaluación a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) del gobierno mexicano, correspondiente al periodo de octubre de 2020 a febrero de 2021. La FAA anunció el 25 de mayo de 2021 que la AFAC no cumplía con estándares de seguridad de operación aérea dictados por la a Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), agencia de la Organización de las Naciones Unidas creada al amparo del Convenio sobre Aviación Civil Internacional (Convención de Chicago – 1944), degradando a la autoridad mexicana a Categoría 2.

La Categoría 2 indica que la regulación del país en cuestión carece de los requisitos necesarios para supervisar adecuadamente las operaciones de la líneas aéreas en conformidad con estándares internacionales mínimos de seguridad, que la autoridad tiene áreas importantes de oportunidad en temas como experiencia técnica, personal calificado, seguimiento de asuntos y expedientes completos, procedimientos de inspección y/o la gestión y solución efectivas de problemas en materia de seguridad aérea.

Actualmente se encuentran en Categoría 2, además de México: Bangladesh, Curazao, Ghana, Malasia, Pakistán, Rusia, Tailandia, Venezuela y la Organización de Estados del Caribe Oriental.

En el caso de México, la FAA realizó 28 observaciones que incluyen: inconsistencias entre la Ley de Aviación Civil y sus reglamentos (que no permiten implementar efectivamente disposiciones de la Convención de Chicago); que no se cuenta con el número adecuado de personal técnico calificado y experimentado ni con un sistema para asegurar que los salarios de inspectores sean equivalentes a aquellos del personal de la industria que se vigila ni garantizar que el personal técnico reciba capacitación adecuada; que no existe un proceso que garantice calificaciones adecuadas del personal médico que realiza evaluaciones a personal de aviación ni existe un sistema de vigilancia del proceso de evaluación médica de licencias; que no fue completada en tiempo la capacitación recurrente de inspectores de aeronavegabilidad; que no existe un sistema que permita conocer adecuadamente información sobre defectos y fallas de aeronaves, y que no se cuenta con un sistema integral que garantice la seguridad operacional continua del poseedor de un Certificado Explotador de Servicios Aéreo (AOC) ni con un sistema para garantizar que las deficiencias de las certificaciones AOC se corrijan en tiempo.

Lo anterior, tiene varias implicaciones, incluyendo un mayor escrutinio por parte de la FAA de los vuelos operados por líneas aéreas mexicanas a los Estados Unidos.

Adicionalmente, mientras nos mantengamos en Categoría 2, no es posible para las aerolíneas mexicanas agregar o modificar rutas ni frecuencias a los Estados Unidos, ni incorporar nuevas aeronaves a la flota con la que operan a dicho territorio, ni iniciar programas de código compartido con aerolíneas estadounidenses.

Las aerolíneas norteamericanas, por su parte, sí pueden expandir operaciones hacia México (rutas o frecuencias), restando cuota de mercado a las aerolíneas mexicanas.

La degradación a Categoría 2 también afecta a las aerolíneas mexicanas con servicios no regulares (taxis aéreos), que tampoco pueden incorporar aeronaves nuevas a la flota con la que operan.

Finalmente, como consecuencia de la degradación a Categoría 2, el mercado de seguros y fianzas ha reaccionado incrementando el costo de primas para aeronaves que operan en México.

Este 25 de mayo se cumple un año de haber sido degradada la autoridad mexicana a Categoría 2.

No existen signos de mejora ni ayudan en forma alguna incidentes y pronunciamientos recientes a cargo de pilotos y controladores de tráfico aéreo.

La austeridad tiene límites. La seguridad aérea es uno de ellos.

Abogado, socio líder de la práctica transaccional de Santamarina y Steta 

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