El poder de la imagen es de una magnitud incuantificable. En el tiempo de las redes sociales las palabras tienen, en ocasiones, menos fuerza que una fotografía, esta puede recorrer el mundo en cuestión de segundos con el enorme riesgo de dar una representación errónea de la realidad.
Nos hemos enterado de la tragedia de Teuchitlán por la fotografía de 154 pares de zapatos, el hecho podría haber pasado desapercibido sino fuera por la crisis de desapariciones y violencia que se vive en México desde hace años. El problema se ha agudizado y es claro que la solución no será de la noche a la mañana, ante ello lo que menos deseamos, la ciudadanía, es escuchar discursos de quienes se cuelgan del dolor las familias que no encuentran a su ser querido.
Los zapatos encontrados nos recuerdan que todos los días alguien no regresa caminando a su casa, que sus pasos los dirigirá al lugar donde parece existir una aparente solución a las problemáticas económicas, de trabajo y de estudio que cientos de jóvenes padecen todos los días. Respecto a dicha realidad el crimen organizado se ha convertido, a pesar de su sanguinaria manera de operar, en la alternativa para que quienes buscan un mejor futuro.
Pocas voces sensatas han aparecido con esta tragedia, que no es la única, pero es la posibilidad de recordar muchos casos similares que se viven en el país. Las mezquindades políticas han agudizado el problema no permiten que haya colaboración entre los distintos niveles de gobierno, quizá porque muchos aspiran que al otro le vaya mal. Se lanzan la bolita el uno al otro creyendo que así se quitan la parte de responsabilidad que les corresponde. Usan la tragedia para promocionarse y en ese intento se les recuerda su pasado y quedan callados. Sería mejor que si no tienen soluciones guarden silencio.
Necesitamos voces sensatas y propuestas reales a las problemáticas que enfrentamos. En temas de seguridad la Presidenta Claudia Sheinbaum, de manera sutil e inteligente, ha ido generando una diferenciación con el anterior gobierno. Hace unos días se dieron a conocer las cifras que de septiembre de 2024 a febrero de 2025 han disminuido en un 15% los homicidios dolosos, la cifra nos habla de que el cambio de estrategia empieza a dar resultados.
El otro gran tema, producto de la violencia, son los desaparecidos. Las cifras no son claras y los gobiernos han rehuido a atender la emergencia. La propuesta emitida por la Presidenta,
de nueva cuenta marca un antes y un después. Ha reconocido el problema al firmar el decreto para fortalecer a la Comisión Nacional de Búsqueda y anunciar las reformas que enviará al Congreso para reformar algunas leyes con la finalidad de que se faciliten la búsqueda y localización de personas desaparecidas; crear una base nacional única de información forense alimentada por las 32 fiscalías estatales y la federal; crear una plataforma nacional de identificación humana; fortalecer el Centro Nacional de Identificación Humana; que se realice la búsqueda inmediata de personas sin necesidad de esperar 72 horas; equiparar el delito de desaparición al de secuestro; publicar de manera mensual el número de carpetas de investigación sobre la desaparición de personas y el fortalecimiento de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.
La herida es latente y se encuentra abierta. La ciudadanía espera soluciones y recobrar la seguridad de que nuestros seres queridos al salir a la calle regresarán sanos y salvos a casa. La Presidenta ha dado un paso fundamental al romper con la politiquería y presentar propuestas reales, solo insisto, como lo he hecho antes, es tiempo de que se reúna con las madres y colectivos buscadores eso reforzaría, aún más, su estrategia.
Hasta aquí Monstruos y Máscaras