Nos oponemos a todo aquello que nos genera una reacción de malestar, enojo y preocupación. Ir en contra es una forma legítima de protestar y oponerse a lo que amenaza a la razón y el sentido común. En la realidad política, de los últimos años, se han impuesto populismos que tienen como base: soluciones fáciles y radicales que anuncian poner fin a los problemas arraigados. Estos modelos políticos tienen éxito porque conocen la idiosincrasia, cultura y forma de ser de los votantes, pero resultan poco exitosos; se logran mantener en el poder gracias a la construcción de un discurso de buenos y malos que permite construir un enemigo en común, responsable de la continuidad de los males de la nación.
Donald Trump volverá a ser presidente de los Estados Unidos, lo hace repitiendo las mismas ocurrencias que en su primer periodo, con la diferencia que en esta ocasión tendrá mayor poder en las Cámaras y la oportunidad de consolidar un proyecto que se sustente en su imagen e ideología: un nacionalismo racista y xenófobo.
Carlos Fuentes conjunto una serie de artículos con el título Contra Bush (2004); Jorge Volpi escribiría Contra Trump (2017). Ambos textos recordarían la conflictiva y necesaria relación de México y Estados Unidos. Compartimos más de tres mil kilómetros de frontera. Cicatriz abierta que nos recuerda el territorio perdido y los cientos de migrantes que han muerto al buscar el sueño americano. Frontera que nos menciona que México pone los muertos para que en EE.UU. se consuman las drogas. Frontera que es paso abierto para las armas ilegales que alimentan a los cárteles de las drogas en nuestro país, pero también es frontera abierta a la cultura formada de la mezcla de dos nacionalidades.
Nuestro país tiene un gran reto que iniciará el próximo 20 de enero. Mal haríamos si respondemos a las ocurrencias de Trump con simplezas. México tiene que diversificar sus relaciones comerciales con otras naciones de América Latina, Europa y Asia. Estas semanas se ha demostrado que nuestro gobierno tiene la fortaleza necesaria para sostener un proyecto que proteja nuestra economía, defienda a nuestros paisanos y construya un acuerdo con las naciones de América Latina para encontrar una solución en beneficio de los migrantes.
Debemos de pasar de la pregunta: ¿Qué hacemos con los migrantes?, a: ¿Cómo le hacemos para tener una diversificación económica, científica y tecnológica que permita generar trabajos en los países de América Latina?
México necesitará de lo mejor de su diplomacia, bien representada por el Dr. Juan Ramón de la Fuente, para construir un acuerdo político y comercial con los Estados Unidos. Mal hacen quienes fieles a su conservadurismo y rescatando las viejas ideas monárquicas de los conservadores del siglo XIX pretenden ganar con un gobierno extranjero lo que no son incapaces de obtener en las urnas. Son tiempos de cerrar filas con la Dra. Claudia Sheinbuam, de defender a nuestra patria, que es México y América Latina, de un intento expansionista y autoritario como el de Trump y su riesgosa relación con Elon Musk.
Estamos Contra Trump porque defendemos la libertad de nuestros países, entendemos que las migraciones son necesarias para el desarrollo de las naciones, vivimos momentos donde las fronteras se diluyen porque el mundo ha cambiado; y sabemos que un discurso vacío se enfrenta con soluciones técnicas, claras y objetivas que defiendan el futuro de nuestra patria.
Hasta aquí Monstruos y Máscaras…