En años recientes he solicitado a muy diversas autoridades incluir urgentemente y como prioridad en la agenda de seguridad México-Estados Unidos, el turismo sexual infantil, toda vez que México ocupa el segundo lugar de todo el planeta, terrible realidad, pero no solo eso, también estamos entre los primeros países de turismo sexual de bebés en el mundo.
Para estos pederastas México ha sido un paraíso de impunidad, complicidades, corrupción. Un país en donde destruir las vidas de bebés, niñas y niños les resulta fácil.
Se estima que al año ingresan a nuestro país, al menos, 600 mil pederastas por distintas vías, y de acuerdo con ECPAT, una red global de organizaciones que trabajan para erradicar la explotación sexual, alrededor del 35% de estos delincuentes provienen de Estados Unidos y Canadá.
Cuando he planteado esta realidad a embajadores de Estados Unidos en México, así como a autoridades de nuestro país, siempre hay una reacción de incredulidad primero, y después, de horror, pero hasta ahora nunca se han considerado estos crímenes dentro de la agenda de seguridad tanto con Estados Unidos como con Canadá
Reconozco diversos esfuerzos que la industria turística de nuestro país ha realizado hasta ahora, pero a todas luces son del todo insuficientes frente a la dimensión de estos delitos. Solo reconociendo esta terrible realidad y dando prioridad a una colaboración conjunta, podremos revertir está destrucción de vidas a bebés, niñas y niños.
También me he encontrado con autoridades que al empezar a hablarles del turismo sexual infantil y de bebés, me responden que “ya lo saben”, pero hasta ahora, los pederastas siguen cometiendo sus crímenes con libertad y sin temor.
Urgen bases de datos de pederastas, controles fronterizos, múltiples esfuerzos comunes en diversos frentes, y cero impunidad para estos criminales y sus cómplices.
De acuerdo con ECPAT, los miles de pederastas que ingresan a México, lo hacen con la absoluta certeza de que no habrá consecuencias.
La Organización Internacional para las Migraciones, destaca que “más de tres millones de personas que viajan en el mundo lo hacen buscando sexo con menores de edad”. Al respecto la especialista Rita María Hernández, en un Foro realizado por la Universidad Iberoamericana, afirma que México está catalogado como un país fuente de tránsito y destino de trata de personas, que a nivel mundial es el segundo negocio más lucrativo después del narcotráfico.
Este 20 de enero, se advierte como el inicio de un ciclo, con grandes amenazas y complejidades en la relación México-Estados Unidos. La agenda de seguridad estará conformada por el tráfico de drogas, armas, carteles criminales, entre muchos otros desafíos, pero una vez más, se deja fuera a los bebés, niñas y niños como presas de cientos de miles de pederastas.
Seguiremos no sólo siendo el paraíso que buscan los pederastas, sino les estaremos entregando la vida de aquellos a quienes más debemos proteger en sus derechos, salvaguardar su interés superior, o una de las peores tragedias que seguirá sucediendo a diario frente a nosotros.