“La vida pasa mientras miras una pantalla”

Los adultos miramos en promedio 142 veces al día la pantalla del celular. Ayudar a resolver el uso responsable de las redes sociales a niñas, niños y adolescentes, exige de nuestra parte, como adultos, reconocer primero que tenemos un problema real de dependencia, en el mejor de los casos, porque en muchos otros, ya se padece adicción a las redes sociales.

Recientemente vi una caricatura periodística en donde un niño está con sus juguetes en la mano, y su papá absorto en su celular con la leyenda: ¡“Celular suelta a mi padre”!

Un grupo de especialistas en la materia con gran experiencia y generosidad han hecho posible un libro que hemos titulado “Antes muerto que sin redes”, y hoy les comparto un breve adelanto de está valiosa compilación de textos que nos permita aprender desde todas las aristas posibles.

El mundo de las redes, sus alcances positivos, y en particular, los riesgos y violencias que están destruyendo millones de vidas.

Hagamos un breve ejercicio sobre nuestra relación con las redes sociales: ¿Te vuelves loco cuando no hay wifi?, ¿Haces de las redes tu médico de cabecera?, ¿Te decepcionas profundamente cuando nadie te da un like?, ¿Te sientes ansioso si no tienes videojuegos, la tablet o el celular?

¿Disfrutas burlarte, humillar y lastimar a otros desde el anonimato digital?, ¿Eres aficionado a enviar memes que abonan al odio?, ¿Prefieres tener amigos virtuales, que reales?, ¿Todo el tiempo comparas tu cuerpo con el de las o los influencers?

¿No puedes dejar de comprar en línea?, ¿Lo primero que haces en tus vacaciones es buscar wifi desesperadamente?, ¿Es más importante posar para una selfie o tomar videos que disfrutar el momento?, ¿Las redes te causan sufrimiento, dolor, ansiedad o soledad?, ¿Sientes ansiedad cuando se está agotando la pila del celular?

¿Duermes más cerca de tu celular que de tu pareja?, ¿Consultas durante la madrugada el teléfono y lo llevas contigo al baño?, ¿Cuándo lo olvidas regresas con desesperación a recuperarlo, aunque llegues tarde a tu cita?

Estas son algunas de las preguntas más comunes que nos permiten reconocer nuestro grado de dependencia y adicción a los celulares, videojuegos o tablets.

Padres de familia responden que la primer pantalla que ponen frente a sus hijos es a los tres meses de edad, y en un gran número de familias, la convivencia real ha pasado a un segundo plano, pues aun estando reunidos, cada quien tiene en sus manos un dispositivo y se mantiene ajeno y distante del resto del grupo.

Cuando un niño vive en este entorno, muy difícilmente aprenderá a ver a los ojos a otras personas. Por la sencilla razón de que sus padres tampoco lo vieron a los ojos, pues medio ven la pantalla y de reojo intentan atender a los niños. Lo que significa, que niñas y niños aprenderán a amar de la manera en que nosotros los amamos o los abandonamos.

“Antes muertos que sin redes”, nos permitirá navegar en las múltiples realidades y también, nos colocará de frente a los enormes desafíos que enfrentamos para recuperar nuestras libertades, para volver a mirar y convivir con los otros, y en especial, para colaborar con la salud y felicidad de nuestros hijos e hijas, y no con su destrucción.

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