Con la pandemia mutante y boyante, la situación del estreno inmediato ha puesto a competir por la supervivencia a la pantalla grande del cine (que lleva las de perder) contra las pantallas, cada día más grandes en extensión casera y oferta del streaming, a las que se suman los videos y Blu-rays clandestinos.
El quédate en casa parece aplicar hasta en estrenos, incluso de este año.
Así, de lo perdido, lo que aparezca y deje dinero en estos tiempos tan complicados.
La ventaja que llevan las superpantallas caseras en cuatro y 8K, es una notabilísima ganancia en imagen y audio con la inmediatez de títulos de streaming que, de otra manera, se antojarían imposibles.
Un simple vistazo por los buscadores de prestigio de Internet, da cuenta de la información pormenorizada en cine para estar al día.
El muestrario es impresionante por país y temas.
De esta forma se puede ver ya el thriller distópico mexicano Nuevo orden, de Michel Franco, ganadora de Gran Premio del Jurado de Venecia (2020).
Otra expectativa nacional es el documental La mami, de Laura Herrero Garvín, con un vistazo íntimo del trabajo de una mujer en los baños del fabuloso cabaret arrabalero Barba Azul, de la colonia Doctores.
En otro nivel, uno de los estrenos más ridículos de la historia moderna (2021), reúne a dos titanes del cine de monstruos catastróficos: Godzilla y King Kong.
Lo más fácil sería eliminarlos con un simple misil a manera de bala, pero sería la muerte instantánea para los que gozan con estos dos vejestorios íconos. Los orígenes de estas colosales y sobrevaloradas criaturas decrépitas son de risa y pena ajena, no así el billete que generan.
En el orden de lo fuera de la ley, el narco y sus procedimientos, siguen siendo una tajada nada despreciable, como lo muestra el thriller y comedia negra rumana: Gomera. En las mil y una variantes de venganzas asesinas, no hay que dejar de ver (ya disponible en Netflix) la hispana, Bajocero, de Lluís Quiléz que protagonizan unos inadaptados mala leche en un furgón blindado de la muerte, en temperaturas gélidas.
Dentro de la Ci-Fi nostálgica, siguen cautivando la Original La guerra de los mundos (1953) y La conquista del espacio (1955), de Byron Haskin Y Them, el trabajo en hormigas, de Gordon Douglas. Y hasta para los amantes de los libros viejos, que han inspirado decenas de películas hay, como lo muestra el documental Libreros de Nueva York (2019), de D.W. Young.
Todo es cuestión de búsqueda en las redes del streaming, y probada paciencia zen.
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