Aunque existen algunos documentales de la mítica banda creada por Andy Warhol, perdidos en la informalidad de la piratería alternativa, un nuevo filme, esta vez dirigido por el angelino Todd Haynes, de larga trayectoria en el film rockero, apunta para convertirse en la referencia definitiva de la banda donde alinearon Lou Reed, Nico, John Cale, Sterling Morrison, Maureen Tucker y otros miembros alternativos.
El Velvet, patrocinado por el Rey del pop art, Andy Warhol, aunque tuvo poco impacto comercial en su arranque, acabó siendo agrupación de culto.
Haynes, entró al rockumental en 1987 con The Karen Carpenter story para contar la historia de la superstar, con muñecas Barbie, que acabó en la anorexia y la bulimia.
El resultado fue una demanda de Richard Carpenter y la prohibición de la distribución.
Con todo en contra, se convirtió en una joven promesa del New Queer Cinema, recomendado por el Festival Sundance. Velvet Goldmine (1998), que exploraba el glam-rock británico y americano, con las historias paralelas de Bowie e Iggy Pop, financiadas por Michael Stipe de R.E.M, que lo volverían una garantía para temas rockeros escabrosos.
En el año 2007 volvió al género que lo hizo una celebridad con I’m not there, donde Bob Dylan se diversificaba en varios personajes y ahora, cuando la pandemia aún no cede, acaba de estrenar en la plataforma de Apple TV el rockumental ya disponible del Velvet Underground.
Lo que ofrece es una historia diferente a lo ya contado y filmado, ahora con nuevas entrevistas y actuaciones nunca antes vistas, con mucho pietaje warholiano de, como decía, Jonn Cale: “Ser elegante y brutal, al mismo tiempo”.
Exhibido primeramente fuera de concurso en la sección oficial de San Sebastián de este año, ha provocado controversiales críticas, más allá de la simple anécdota. Haynes mantiene mano firme y ritmo en la narración fílmica que, en momentos, no se desmarca de una arrogancia premeditada, llena de glam estadounidense. Su discurso es un potente dardo a los muchos giros de la historia, en donde hasta el propio Andy Warhol se quejaba: “Uy, ahí viene otra vez Lou Redd”, citado en sus famoso diario, traducido por Juan Villoro.
Los momentos más vibrantes nunca dejan su soundtrack particular, en torno a la venerada banda, disimulando cualquier carencia que pueda tener la narrativa, que ya es historia roquera, emocional y experimental. Como han señalado algunos: es una especie de enloquecimiento glamuroso psicodélico de una música y sus creadores, en un momento donde no había posibilidades comerciales de sobresalir. Los que sepan la historia no filmada, hasta ahora, se sorprenderán con ese cúmulo de dinero, poder, fiestas y rock and roll.
Sólo está, por el momento, en Apple TV. La próxima semana ya se anuncia en físico en los lugares de camuflaje cultural como uno de los estrenos más sonados en el mundo físico del DVD y los Blu-rays.