Imposible no hablar de la gran influencia que ejercieron Los Kinks, de los hermanos Ray y Dave Davies, a los que se debe el primer riff oficial de la historia (“You really got me”) del rock duro.

Antes, cuando fueron una banda de Garage y R&B en 1962 se llamaron Hamilton King’s Blues Messengers, grupo en el que también participó Peter Barden, luego estrella de Camel.

Fuera de la alineación original (que contaba con Pete Quaife, Mick Avory, John Dalton, tuvo renombrados músicos como Jim Rodford, luego perteneciente a Argent, el de The Zombies e Ian Gibbons) se fijaron en las peculiaridades de la sociedad británica y testimoniaron en discográficas como Pye (con que se dieron a conocer en México, como parte de la invasión británica), Reprise. RCA, Arista, London, MCA y Columbia, aparte de sellos más discretos.

El cenit de su éxito se marcó en un periodo influyente del rock británico, que los embarcó en importante gira americana donde dieron a conocer en diferentes etapas temas como “All day and all of the night”, “Sunny afternon”, “Waterloo sunset”, “Lola” y “Come dancing”.

Siguieron álbumes y boxets antológicos, casetes metálicos, DVD y discos compactos.

Incluido en el Salón de la Fama del Rock y condecorado por la reina Isabel, por Servicios Prestados a la Música.

Su capacidad de hechizar con perfectas armonías y melodías pegajosas se puede seguir en el magistral The storyteller, de 2006, con 28 canciones y el Americana, de 15 rolas de 2007.

Nunca sacados aquí por las buenas, pero sí por las malas, gracias a los muchos fans con que cuenta en sus cumplidos 76 años. A ellos están dirigidos dos álbumes: Working mans café, de 2007 y Jive in the UK, de 2015.

Entre otros álbumes hay que destacar el The Kinks coral collection, de 2009; la versión internacional de See my friend, de 2010 y las adaptaciones de Waterloo sunset, durante la clausura de los Juegos Olímpicos de 2012. Su lado oscuro lo diagnosticó como suicida, luego vinieron las drogas y, para rematar un trastorno bipolar.

Entre otras de sus mujeres fue pareja de la cantante de Pretenders, Chrissie Hynde, que siempre lo ha considerado como su mayor ídolo, desde que era una adolescente.

Como siempre sucede y ha sucedido, en el sentido de no venir a México tal y como ha pasado con Bryan Ferry, Ray Davies es otros de los proscritos del rock que quisiéramos ver en directo. Pero, como no se puede, ahí están un buen número de conciertos en DVD y Blu Ray, para quien verdaderamente aprecia el llamado pop profesional y la parte americana a la cual Davies le ha dedicado especial énfasis.

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