Ante la poca oferta de películas poco comunes en las plataformas (que a veces ni con paciencia zen se encuentran, luego de su paso y desaparición de Prime Video) sólo queda recurrir al DVD o a la edición de lujo de la película de 2002, Bubba Ho-Tep, de Don Coscarelli, que magnifica la figura y voz de Elvis Presley, en una original cinta de terror y comedia protagonizada por Bruce (actor de la trilogía de El despertar del diablo), Campbell y Ossie Davis. La historia es de por sí delirante: cansado de la vida de estrella del rock, Elvis, decide cambiar su verdadera identidad y tomarse un descanso con uno de sus más aventajados imitadores (Sebastian Huff).
Como se intuye se perderán misteriosamente los papeles del trato, y el rey suplantado sufre un accidente y muere. Al verdadero Elvis, el suceso le cae como balde de agua, ya que no puede probar que él es el original y queda recluido en una residencia para ancianos donde pasa varios años. En los últimos se siente amenazado sobre una serie de hechos para poner los pelos de punta, orquestados por una letal momia egipcia, que se la quiere cobrar con la vida de los residentes del asilo.
Desesperado porque, además, es un redomado mitómano, se apoya en otro de los “locos” del lugar, nada menos que el presidente ultimado en Dallas, Texas en 1963, John F. Kennedy, sólo que en versión negra (cuya muerte fue convenientemente maquillada).
Los featuretes de la edición de lujo de Bubba Ho-Tep son un verdadero lujo a años de distancia: comentarios del director Coscarelli y el actor principal, Bruce Campbell, audio comentarios, escenas borradas, con opción a acotaciones, making off, hechura y maquillaje de la momia, videos de números musicales, foto galería, teatrical tráilers, spots de televisión, vestuarios y maquillaje. Por si fuera poco, viene con un scrapbook a todo color con material fotográfico desconocido y una carta de Bruce Campbell. La columna crítica que la sostiene se basa en las nominaciones en prestigiados festivales fantásticos de la especialidad: Toronto, Sitges y Avoriaz, donde filmes del autor como Phantasm y John Muere al Final los hacen todo unos héroes de la Serie B, del cual estaría muy orgulloso el Rey del Rock.
Sin estreno oficial aquí en su momento (hace 22 años), la cinta se volvió objeto de culto cinematográfico hilarante.
