Este es un texto de reconocimiento a una de las bandas inglesas, casi inclasificables, por la fantástica y audaz combinación de rock, pop, jazz, vaudeville, psicodelia y sátira en los años 60 hasta el presente. La alineación de músicos era excepcional: Vivian Stanshall, Neil Ines (luego miembro fundador de la mayor parodia beatle de todos los tiempos, The Rutles), Vernon Nowell, “Legs” Larry Smith, Bob Kerr, Sam Spoons, Rodney Slater y Roger Ruskin Spear. Sus influencias son variadas, pero su posición dadaísta inicial, fue única.
La etiqueta Parlophone, que había dado a conocer a The Beatles, se fijó en ellos como algo diferente y de gran potencial musical. Como no tuvieron acogida, sus dos primeros sencillos fueron dados de baja pero cayeron en blandito con Liberty Records y sacaron el álbum “Gorilla”, pero su mala fortuna, no obstante que fueron comparados con el mismísimo Frank Zappa y sus Mothers of Invention en puestas de escena de teatro y rock, cambió cuando Paul McCartney, que bajo el pseudónimo de Apollo C. Vermounth, bendijo su cuarto sencillo: “I´m the urban spaceman”, que los propulsó a la fama. Amigos de John, Paul, George y Ringo, participaron en el Magical Mistery Tour y tocaron un par de canciones emblemáticas de su estilo.
Los Bonzos llegaron a su 50 aniversario, con una carretada de buenos y curiosos álbumes (“Gorilla”, “Teadpoles”, “Keinsham”, “The Doughnut Granyes Greenhouse”, “Chronology”, “The Bestiality of Bonzo Dog Band”, “Beast of The Bonzos”, “History of Bonzos”, “The Peel Sessions”, boxets y cajas antológicas. Tuvieron rarezas (“Pour l’Amour des chiens”) y directos (“I should Koko!”). La fiebre de reediciones los tocó y las antologías genéricas no se hicieron esperar, lo mismo que algunos de sus shows filmados y emisiones radiofónicas remasterizadas.
Sus dos pilares indiscutibles murieron. Primero, fue Vivian Stanshall, fallecido en 1995 al no poder escapar de un incendio en su casa, y luego Neil Innes, en 2019, a los 75 años.
Entre los muchos homenajes que tuvieron, sobresale la caja antológica de psicodelia que les dedicó a ellos y a otros artistas psicodélicos (“A 50 year trip”), la disquera Rhino. El arte de sus portadas fue de locura permanente y se pueden admirar en casi todas las plataformas musicales, donde reposan sus restos discográficos, corregidos y aumentados.
Ahora que lo digital todo lo permite, se pueden confeccionar playlist de las canciones de los Bonzos que les gusten en todas las versiones que existen y con un buen equipo Hi-Fi, se pueden ir a los cuernos de la luna de este súper grupo británico. De paso, están las referencias Rutles en un par de películas paródicas de Los Beatles: “All you need is cash” (1978) y “Can’t buy my lunch” (2005), donde Neil Innes era Ron Nasty, que es John Lennon, y Eric Idle, de Monty Python (Dirk McQuickly) es Paul McCartney. El dinero de la producción del primer falso documental verdadero corrió a cargo de George Harrison, que siempre creyó en ellos. Nadie sabe para quien acaba trabajando, como diría Ringo.