A los 94 años, la leyenda del poco estudiado y mal documentado enchilada western mexicano, Fernando Almada, hermano de Mario El Fiscal de hierro Almada, falleció luego de estar internado por varios días en el hospital de la ANDA, de donde era agremiado. En vida fue actor de género, cantante de ranchero (en la época de WEA grabó al lado de su hermano un disco de música vernácula, hoy de colección). Su entrada al cine de caballitos nacional fue en 1963 y la cumbre de su carrera la hizo con su legendario hermano Mario, formando Los hermanos Almada.
Hizo prácticamente películas de todos los géneros: rancheras, enchiladas westerns, de terror, cintas de narcos, de policías redimidos; de espanto de rancho, violencia salvaje y monstruos; ficheras del oeste y hasta probó, con su hermano, dentro de la ciencia ficción.
Sus éxitos underground más sonados están disponibles, algunos, en la Filmoteca del Barrio Bravo, que sigue vendiendo muy bien sus largometrajes. Títulos como Los jinetes de la bruja (En el viejo Guanajuato), de Vicente Orona, de 1966 rescata entre otros actores a la sensual Kitty de Hoyos y el justiciero Dagoberto Rodríguez. Alberto Mariscal le dirigió Todo por nada, donde aparecía al lado de su hermano Fernando y el infaltable Narciso Busquets, junto con Carlos Ancira. En 1971, Rubén Galindo le filmó Todo el horizonte para morir y Los desalmados.
Don Fernando también le hizo justicia al mulato René Muñoz, en memorable peli, y luego vino el exitazo La banda del carro rojo, también dirigida por Galindo. Con Chente Fernández filmó la notable, El arracadas y luego vino El rey de los Tahúres, de Rodolfo de Anda. Con Fabricantes de pánico probó otros géneros de la mano de René Cardona Jr. y luego vino el cañonazo de Pistoleros famosos. Otros títulos como Treinta segundos para morir, Contrabando humano, El traficante y La venganza lo llevaron a explorar otros mitos muy rentables como la muy celebrada Siete en la mira, de Pedro Galindo III. En el terror, Damián Acosta le dirigió Siete en la mira 3. Y si hubo La banda del automóvil gris.
La Guadalupana lo acompañó en Milagro en el barrio, lo mismo que en Comando de federales (1992). El narco también está presente en su abultada filmografía con El cartel de Michoacán.
Tuvo muchas nominaciones a premios de Cine Mexicano y ganó algunos de los más representativos dentro de los géneros de drama. Terror, venganzas policiacas, thrillers, comedias, romance, fantasmas, brujas y cine de platillos voladores, de los que tanto pregona mi amigo, Don Jaime Maussan.