Mientras “Bardo”, de Alejandro González Iñarritu no resultó ser lo que esperaba Netflix, ni los bucaneros, que ya la sacaron de “las más vendidas”, no tiene para cuando el Plan B de la plataforma, que debió haber apostado de entrada a la muy esperada “¡Que Viva México!” de Luis Estrada que, sin remedio, se irá para el año que entra. En ese panorama, el cine de horror se apresta con nuevos y viejos sustos, thrillers poco convencionales y series que pretenden ir más allá de lo gastado.
En ese sentido, “X”, de Ti West (de este año), retoma la peligrosidad de la zona rural de Texas, escenario de brutales asesinatos y miedos anticipados que sienten a flor de piel un grupo de jóvenes cineastas que casi se mueren en el intento de hacer algo diferente al gore y slasher convencional. La cinta se inscribe en materia de sustos reales setenteros de la vieja escuela del miedo vuelto entretenimiento en el viejo y añorado concepto de “Grindhouse”, que no hace mucho se volvió a poner de moda con el sello de Tarantino. Es un gran divertimiento que no tiene el menor desperdicio, además de la protagonista Mia Goth.
Mientras muchos se preguntan, ¿qué es eso de regresar? Si nunca se ha ido, Sylvester Stallone, sobrecargado de años, protagoniza al capo mafioso neoyorkino, Dwight “El General” Manfredi, que sale de prisión y es exiliado por su jefe para residir en Tulsa, Oklahoma. Se trata de una serie de tv en forma de comedia mafiosa, donde el otrora Rambo levanta lentamente un imperio alterno de crimen a partir de una pandilla de personajes inverosímiles. Con todo lo criticable en su sentido más extremadamente cursi, “El rey de Tulsa”, es como una tregua a cosas como “Betty, la fea”, que sigue dando patadas de ahogada.
Regresa el cine negro clásico con el héroe creado por Georges Simenon: el célebre inspector Jules Maigret, que investiga el extraño asesinato de una joven en mitad de una plaza. Diálogos bien cuidados y lógica impecable por parte del comisario (esta vez interpretado por el veterano Gérard Depardieu), ofrecen un genial relato atmosférico de época del Paris de los años 50. La dirección es de Patrice Laconte, el de la genial “The suicide shop”. Esta sí está disponible con ya saben quién.
De la 72 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, peleada a muerte con el divertido cine de luchadores, ya circula “Tár”, escrita y dirigida por Todd Field, con el preámbulo a la grabación de la sinfonía que la elevará a alturas insospechadas en su notable carrera. Sin embargo, será su hija la que salve a una madre en apuros, Cate Blanchett reclama Oscares, Globos de Oro y cuantos premios se le crucen en el camino de esta película de casi tres horas de puro magnetismo hipnótico, terror, humor y retrato acido de la sociedad actual.
En el ámbito del terror gore que ofrece el cine independiente de Estados Unidos, no podía faltar la adaptación estadounidense de la original Guinea Pig, con un par de versiones americanas (“American Guinea Pig 1 y 2”), nauseabundas, pero muy explícitas en cuestiones de secuestros y asesinatos perpetrados por una horda de cineastas snuff. Marcus Koch dirige las dos cintas que erizan la piel y de quien también se puede conseguir “Beyond horror” (2019), un documental sobre los “Red films”, demasiados extremos para estar en salas comerciales y plataformas.
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