Dicen que el rock no sólo entra por los oídos, sino por las portadas emblemáticas de los discos de vinil.
Mientras internet vuela, la letra impresa permanece, y más en cuestiones de fetichismo rockero. Como las redes sólo ofrecen las fichas de libros de rock en las pantallas de la computadora, hay que aprovechar, paradójicamente vía internet, los anuncios de diversas publicaciones, principalmente llegadas de Barcelona. De esta forma hay que usar las noticias editoriales a manera de guía, para hacerse del libro (que generalmente es lanzado en pequeñas ediciones) para estar al día en materia.
Por supuesto, en otras latitudes, también se cuecen habas rockeras, la Ciudad de México no es la excepción, últimamente el rock nacional ha lanzado algunos volúmenes que han llegado a alcanzar entre los quinientos y mil ejemplares, la mayoría de ellos no están en las librerías, sino que circulan en puestos especializados del Chopo o plataformas como Amazon, que siempre deparan sorpresas. He aquí algunos lanzamientos muy recomendables que abarcan una gran gama de estilos para reflexionar en fenómenos propios de grupos y solistas definitivos. El rock no sólo entra por los oídos, sino por las portadas emblemáticas de los discos de vinil (aunque hay una gama de discos compactos a imagen y semejanza de los álbumes originales).
“Rock Covers” de la prestigiada editorial Taschen (que lo mismo se ocupa del bagaje pictórico de “Alien” que de la vieja reina del porno Vanessa del Río) ofrece un libro con 750 portadas históricas del rock. Obviamente no están todos los que son, ni son todos los que están, pero ahí se encuentra el arte que llevó a la cumbre vinílica a personajes y leyendas como: The Beatles, Pink Floyd, Elvis, Sex Pistols, The Cure y muchos más imprescindibles. Sus autores Robbie Busch y Jonathan Kirby jerarquizaron de la mejor manera el arte de cada disco, empacándolo con el inconfundible sello de “Dark side of the soon” de Pink Floyd.
Para la fracción metalera el libro “101 iconic rock, heavy metal & hard rock Aalbums” de Paul Elliot, cumple con al menos, lo más destacable de metralla y plomo derretido para los oídos. Obviamente que las drogas están presentes en el fundamental de “The heroin diaries: A year in the life of a shattered rock star” de Nikki Sixx, en su edición del décimo aniversario de polvo blanco y rock and roll; uno de los best sellers más recomendables para entender lo mismo la decadencia y el estrellato de Motley Crue, lo firma Ian Gittins. Para adoradores de leyendas que se sobrepasaron en el metal y la resistencia del cuerpo está la autobiografía (en edición ampliada) de Lemmy Kilmister de “Motörhead”.
A la última andanada de libros de rock hechos en México, algunos de los que ya se han hablado en esta Neblina morada, hay que agregar uno que, al parecer, sólo está disponible a través de Amazon: “El rockcito y yo: todo lo que quería saber sobre el rock hecho en México”, del controvertido y siempre desaparecido Hugo García Michel, ex director de “La Mosca en la Pared”; peleado como siempre con todo el mundo, desde su trinchera arremete contra el rock mexicano, del que se salvan de su ira muy pocos grupos y solistas, entre ellos Jaime López, que no tiene redes sociales , pero que le sobra calidad a la hora de hacer canciones y poemas. El autor de “Chilanga banda” presentó en la Feria del Libro de Minería “Paramecio & el cantar de Casimiro”, sobra decir que es uno artistas de los que se para en cualquier escenario, ya sea chico o grande, a derrochar calidad a través de la palabra y la música comprometida con la urbanidad del rock.