A sus 67 años, Liam Neeson, excluido por razones oscuras del clan de Los Indestructibles, con este remake americano de la película noruega Uno tras otro, de Hans Peter Moland, hace ver muy mal a Sylvester Stallone, Jason Statham, Jet Li, Van Dame, Schwarzenegger, Dolph Lundgren, Randy Couture, Liam Hemsworth, Bruce Willis y demás “mercenarios”, ya que el viejo aún las puede en el arte de intimidar y en el de matar.
Venganza bajo cero o simplemente Venganza, como ha salido en Blu-ray (Zima Entertainment), ubica esta producción británica en la ciudad de Denver, donde Neeson interpreta a un conductor quita-nieve al que, por asuntos de drogas, le han matado a su hijo. Las muertes que provoca en su alocada sed de venganza son un regocijo para el espectador del thriller y humor negro.
Cada muerte anunciada con nombre y apellido de las víctimas se acumula en la contabilidad del también llamado “Hombre del año”, en un pequeño pueblo de Denver que está a punto de convertirse en su panteón particular, a no ser porque algunos van a dar bien alambrados al río. Y todavía Liam tiene tiempo para responder a una pregunta capital: ¿Quién es el mejor Quarterback de la historia: Maning o Elway?
En cuantos thrillers hemos seguido el patrón de muertes a la vuelta de esquina. Seguramente en docenas pero, en esta, entre un humor macabro y tintes de comedia negra, la sangre es una constante, como un homenaje a la hemoglobina al estilo de Tarantino o los hermanos Cohen, cuando se mezclan mercaderes de cocaína, mafiosos, dueños de todo terreno y hasta indios americanos de reservación.
El remake es inteligente y fuera de toda duda, ya que el mismo director que orquestó la matanza del filme noruego es el mismo que reparte las esquelas funerarias de los que se atraviesan en el camino de este vengador anónimo gélido manejado en tono de comedia negra fría y desalmada, como el clima donde entra en acción. Venganza es una gran película de género, además de imprevisible, desenfadada y violenta.
En el reparto figura como esposa de Neeson, Laura Dern, actriz fetiche de varios filmes de David Lynch y, aunque su papel es corto, abandona al marido, ignorando por las que ha tenido que pasar, en ir adecuándose a la venganza y al estudio de los personajes elegidos para pasar a peor vida.
Con algunas muertes parecería que ya antes lo hubiésemos visto todo. Sin embargo, ahí entran otras vueltas de tuerca inesperadas, en un ritmo y una constante que se vuelve irresistible. En la habitual programación de nuestra mansa cartelera, que le sigue teniendo miedo al semanazo (por eso se cubre las espaldas con Disney y superhéroes), es un respiro ver este tipo de cintas.
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