Afortunados aquellos que las vieron en su momento, porque dejaron un precedente fantástico que ayudó al desarrollo de un género imperativo en el cine, remitiéndonos (y aun haciéndolo) a diversas etapas de esplendor. Muchas pasaron de la pantalla grande al VHS y al Beta, luego al DVD, y algunas al Laser-Disc. Desde “Metrópolis” de Fritz Lang, hasta sagas completas como Alien, el cine de ciencia ficción ha propuesto las más fantásticas y visionarias películas, dejando huella e influenciando a otros tantos géneros.
La mayoría ha aceptado el reciclaje, convirtiendo sus primeras ediciones en el terreno digital en memorables ediciones especiales, como la de “La Guerra de los Mundos” de Byron Kaskin, basada en H.G. Wells. Esta es un thriller de extraterrestres cumbre del cine Serie-B, al que Paramount le ha añadido material adicional antológico, incluyendo la emisión radiofónica de Orson Wells y textos de afamados historiadores sobre los muchos premios obtenidos, entre ellos tres nominaciones al Oscar.
Otra clásica de envergadura es "El Día que Paralizaron la Tierra", de Robert Wise, con Michael Rennie (Klaatu) y el inolvidable robot Gort, y la versión de John Carpenter de "La Cosa del Otro Mundo" (sobresaliente por sus increíbles monstruos); Terminator, Mad Max (El Guerrero de la Carretera) sin contar producciones actuales de menor calidad como su versión "Plata". Cintas como Oestelandia, La Amenaza de Andrómeda, La Conquista del Espacio, De la Tierra a la Luna, 2001 Odisea del Espacio, Blade Runner, Bajo la Piel, Origen, Planeta Fantástico, Solaris, Matrix, Mars Attacks, 12 Monos, Akira, La Mosca, Regreso al Futuro y otros más, aunque menores (los episodios de la Dimensión Desconocida, The Outer Limits, Visitantes del Espacio, El Monstruo de las Profundidades, 20 Millones de Millas a la Tierra; algunas con asombrosas versiones colorizadas), se cuecen aparte.
Son muchos los desafíos temáticos de estas películas que resultan, en muchos casos, en versiones afortunadas que incluso, prevalecen más que en el original. O extravagancias de Disney, como Tron. En otro contexto se encuentra Videodrome, Estamos Vivos, y muchas cintas de bajo presupuesto que se han convertido en objetos de culto como El Mundo en Peligro, Tarántula y muchas otras.
Con Godzilla, El Rey de los Monstruos, de Hinoshiro Honda, se abre el panorama inacabable de los monstruos japoneses a los que años más tarde el cine de ciencia ficción se le ocurre enfrentar al coloso americano, King Kong, en una franquicia que ha perdurado hasta nuestros días en una especie de historia bizarra que parece no tener fin. Esto ha dado lugar a literatura especializada para entender gran parte de la historia y desarrollo del género. Su genealogía fotográfica, así como sus efectos especiales, son un legado enorme que todavía sigue alimentando el género. Hacia dónde se dirige todo esto, es un enigma porque, cuando se cree que ya todo ha sido inventado y filmado, surgen nuevas ideas difíciles de explicar. Hasta entonces, Klaatu Barada Nikto…
