El próximo noviembre se cumplen 61 años del asesinato de John F. Kennedy y las investigaciones no paran, así como los documentales y películas para plataformas. Hasta el momento, lo más cercano a cómo sucedió el magnicidio es la película de Oliver Stone, "JFK: Caso abierto" (1991), sobre las indagatorias y teorías de la conspiración, y "Caso revisado" (2021) del mismo Stone, con los últimos avances del suceso, con la que Netflix ha jugado, sin estrenarla aún en su plataforma. En ellas, se plantean el trabajo de equipo de tiradores expertos y el encubrimiento de uno de los mayores misterios de todos los tiempos, solapado en estos últimos tiempos por Donald Trump, quien destapó algunos documentos clasificados, sin llegar a nada.
De primera mano, la película del asesinato Abraham Zapruder (que pasó muchos años guardada en la bóveda de la revista Life) y los avances en su momento realizados por el fiscal de Nueva Orleans, Jim Garrison, autor del libro “Tras la pista de los asesinos”, han sido terreno basto para la especulación de lo que pasó en 1963, con las narices en la teoría de la CIA, el FBI, el Complejo Militar, los magnates petroleros, los cubanos, la mafia en pleno poder, los grandes hombres de la política estadounidense, la malvada policía de Dallas, Texas y el principal sospechoso del asesinato, Lee Harvey Oswald, muerto casi inmediatamente por un mafioso local, Jack Ruby. Bueno, ni el comité selecto pudo indagar más en el quebradizo terreno de las hipótesis, balas mágicas y un rifle Mannlicher Carcano, de tres dólares.
En 1974, el director estadounidense David Miller filmó la película "Executive action", la primera que especuló qué podría haber sucedido aquel 22 de noviembre de 1963. Luego, han habido algunos chispazos como “Frame of mind”, que plantea cómo pudo a ver sido el magnicidio, según Carl T. Evans (toda una curiosidad que incluye la participación de Peter Criss, baterista original de la banda Kiss) en una trama donde un detective de Nueva Jersey descubre nuevas evidencias del asesinato en Dallas, haciéndolo peligrar a él mismo y a su familia.
La tercera en discordia es “Entrevista con el asesino”, de Neil Burger, en donde un exmarino llamado Walter Ohlinger confiesa que él estuvo en el montículo de césped y apretó el gatillo de su rifle para volarle la cabeza a Kennedy. ¿Su razón para decir eso? Que está aquejado por el cáncer y ya no tiene nada que perder. Una más muy recomendable es “Flashpoint” cuando, en medio de un desierto, aparece semi enterrado un viejo jep, un esqueleto, un rifle y 800 mil dólares.
Hay algunos documentales que tratan de esclarecer el papel jugado por tres “vagabundos” en las vías de ferrocarril de la Plaza Dealey, el testimonio de un sordomudo que afirma que lo vio todo, y el extraordinario documental “Los hombres que mataron a Kennedy”, que plantea teorías sumamente interesantes y el agrandamiento de la famosa foto de Mary Ann Moorman, justo en el momento en que volaron por los aires los sesos de John F. Kennedy, además de muchas teorías de maquinación, lo mismo que la lista y desaparición de muchos testigos muertos en condiciones muy anormales, aparte de los nombres de los sospechosos de haber jalado los gatillos (entre ellos, el policía padre del actor Woody Harrelson y Rosco White) y hasta un francés, Lucien Sarti, muerto en una sospechosísima “redada” policiaca a manos del peligroso Florentino Ventura, terror de la mafia policial mexicana.
En este menjurje conspirativo, aparte del recomendable libro de Jim Mars, “Fuego cruzado”, no podía faltar la visión del venerable Jaime Maussan, con un explosivo VHS hecho en México, donde él y su equipo explican su punto de vista del asunto.