Estamos ante dos íconos del cine de acción y el artificio del thriller duro y sin concesiones, más que la violencia y los impetuosos montajes del cine policiaco violento que se sale de la acción convencional propia del género.

Uno de ellos, Statham, apunta para convertirse en un moderno mito cambiante; mientras el otro, Cage, ya es una piltrafa viviente inexpresiva. Algunas de sus películas más emblemáticas están en las plataformas digitales, otras no. Sin embargo, hay siempre la alternativa de poderlas conseguir fuera de la ley.

Guy Ritchie, especialista de acción y humor retorcido que lo mismo trabaja con grandes presupuestos que con unas cuantas libras, pasará, le pese a quien le pese, como un artífice del thriller ultraviolento. Un acabado ejemplo de su cine es Wrath of man (2021), que encumbra a Statham como modelo de dureza y violencia sin límites a la hora de repartir balas. como un extraño guardia de seguridad de furgonetas que transportan dinero. Es guardia y soldado de élite de un cine adictivo, donde no hay amor, frivolidad, humor, ni cosa que se le parezca.

En la otra esquina esta Nicolas Cage, modelo de inexpresividad, valemadrismo y extrañísimo a la hora de estar frente a la cámara. Ahora todo le da igual y, asociado con el japonés Sion Sono, son pura dinamita de aburrición en este pseudo western oriental que es Prisioneros de Ghostland, un petardo burdo, disparatado y somnoliento como el Get back beatle, del director Peter Jackson.

Todo se da cita (ciencia ficción enloquecida, desapariciones, secuestros, rescates torpísimos, samuráis desubicados, diálogos infumables…) en este fastidioso trash film con un Cage siempre en otra parte, menos en la película.

¿Qué le pasó a Cage, que antes hacía buenas películas y ahora busca el churro de ocasión? Bueno, hasta el este del cine de acción hongkonés, John Woo apostó por él en Face off. De él se recuerdan sus actuaciones en Corazón salvaje, Leaving Las Vegas, Los impostores, aventuras como La roca, La búsqueda y ci-fi a modo como El Vidente, 8mm y una versión de Herzog a Bad Lieutenant.

Luego vino su caída y rendición con cosas como Las Torres Gemelas, Mandy, Color out of space, hasta predecibles thrillers de cuarta. Siempre ausente, como en otro lado. En cambio, el inglés siempre se ha ido superando dejando a un lado el chascarrillo y los diálogos innecesarios para estar en el momento justo de la acción, la venganza y tableteo de las armas de alto poder.

Aparte de Wrath of man, esta otra cinta de Ritchie, Revolver (2005), producida por Luc Besson, es donde Statham se ve envuelto en una trama de estafa, con venganza anunciada. Ambas están en donde Juan Heladio Ríos institucionalizó el otro cine en El Chopo.

pepenavar60@gmail.com

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