En sus tiempos fantásticos en donde los héroes se distinguían por hazañas extraordinarias, mucho valor y la intención de ligarse a la heroína de la película, aparte de ser amables y de buenos modales, surge el antagónico que actúa y es capaz de efectuar cualquier felonía, castigo ruin o crueldad para consagrarse en villano.
Por su parte, los locos, que pueden tener atributos de los dos, sufren algún trastorno de sus facultades mentales, tienen poco juicio o viven en el mundo del disparate.
David Te Bamberg, alias Fu Manchu, fue uno de los reyes de la carpa en México. Sus películas causaron revuelo por los temas de intriga y asesinatos, en donde siempre era auxliado por el teniente Palomino y su fiel escudero Medel. Sus títulos son rocambolescos: La casa embrujada, El as negro, La mujer sin cabeza, El museo del crimen y El espectro de la novia, entre las que más se pelean sus fans.
Fue el Rey de 1949, luego hubo otros Fu Manchus, incluso uno interpretado por el británico Christopher Lee. Bamberg poseía un increíble sentido del humor, bromeaba con sus compañeros y era adorado en el medio del cine mexicano.
Tunelazo en la mochila del tiempo: ¿Quién no recuerda al gran actor mexicano de cuadro Jorge Arriaga García? Uno de los rostros del cine mexicano que participó en más de 100 películas de La Época de Oro que actuó mayormente en papeles secundarios o de cuadro, sin embargo, su rostro desfigurado por culpa de Pepe el Toro, perseguirá a todos los fans de la trilogía por toda la vida.
Arriaga, que murió en abandono y pobreza en una vecindad, tuvo a bien refinarse buenos danzones, botellas de alcohol, cervezas, tequilas y se dio la gran vida póstuma con el papel del Tuerto, o Ledo.
Muchos lo recuerdan desde la azotea del edificio de la CFE en la avenida Juárez, pisoteando él y su hermano las delicadas manos de Pedrito, pero por una falla de cálculo, el par de hermanos Ledo cayeron al precipicio y murieron. Un paro cardíaco un 30 de abril de 1973, en la Ciudad de México, lo catapultó al espacio de los rostros más temibles del cine mexicano.
Tal vez el nombre de Jesús Gregorio García Navarro no les diga nada, pero formó parte de una avanzada de actores que fueron a realizar doblajes a los estudios MGM en Nueva York entre 1944 y 1947. Sus letras están escritas con sangre ya que protagonizó dos películas clave con Pedrito: Nosotros los pobres y Ustedes los ricos ataviado con una joroba de utilería (de ahí su apodo) y una muleta con la que se arrastraba vendiendo lotería. Era una especie de marcaje personal de Pepe el Toro y la vecindad: siempre le avisaba lo que iba a pasar.
Una tarde, Ledo y sus compinches se metieron a un tugurio para planear un incendio a la vivienda de Pepe. “El Camellito”, todo oreja, como Pegasus, supo que la víctima iba a ser el Torito jr.
Disparado salió de la cantinucha de Peralvillo, pero las ratas ya se habían dado cuenta; corrieron tras de él le trataron de sacar la sopa pero el Camellito no dijo ni pío; a dos cuadras venía uno de los primeros tranvías de la Ciudad de México y lo arrojaron a las vías, más tarde el tumulto se acercó al agónico que le dijo a Fernando Soto “Mantequilla”: “No siento las piernas, manito ¿qué me pasó?” “Mantequilla” socarrón nada más le contestó: “Ya te las cortaron mano”.
Eso sí, todos a la hora del banquete cinematográfico y las bebidas, brindaron a futuro por El Ledo y El Camellito, los verdaderos héroes.