El afamado productor sueco Dan Swano, uno de los músicos multifacéticos más completos en el universo del metal, ha sido el responsable del Retorno a la Oscuridad, del cuarteto mexicano Luzbel que, con varios patrocinios alternos, ha grabado los cuatro temas de edición limitada y numerada de auténtica y poderosa metralla mezclada y remasterizada, que en cuanto a sonido, no le pide nada a la artillería extranjera.
Con la inamovible dupla de Raúl Greñas en la guitarra y coros, y Jorge Curiel en la batería, le han dado cabida a la estruendosa voz del veterano Mike González y a la precisión del bajo de Humberto Vázquez para un EP-CD, que salió auspiciado por la disquera independiente Sade Records como debe ser para la competencia internacional: booklete profesional con créditos y letras, más póster desplegable.
Con grabación mexicana en La Rocka, y la ingeniería sonora del propio cantante de Luzbel, más la dirección musical del Greñas, el disco llegó a Suecia en donde el acabado final del heavy metal con hard rock de plomo bien nivelado y un toque de progre, fuerte y poderoso de los cuatro temas (“Coronado de espinas”, “El cordel”, “Incubo” y “Pasajero en tu vida”) se lo dio Swano, que quedó sorprendido con el bajeo.
Pero ¡ojo! Se trata de una especie de preálbum del sonido que vendrá dentro de poco. Por lo pronto ya está en todas las plataformas digitales y en formato físico. Se puede conseguir en el Tianguis del Chopo.
Aprovechando el viaje, vale la pena mencionar la salida por demanda popular de la Antología de The Blues Project, grupo de experimentados músicos que en 1966 popularizaron los famosos álbumes en vinilo: Live at The Café Au Go Go y Projections de esta banda de virtuosos, en los que militaban Al Kooper, Roy Blumenfeld, Dani Kalb y Steve Katz, entre otros. El doble marca Polydor, en su serie Chronicles, tiene 36 temas de todos sus tiempos.
El disco está recomendado por su productor mexicano y curador, Miguel Castañón, que también ha sacado para el respetable, el doble CD de Lou Reed: NYC MAN con lo esencial del que fuera también Velvet Underground, de la mano de Andy Warhol. Y la cereza del pastel: el Tribal, de la temperamental y voluptuosa, Imelda May, del sello Decca, nunca promocionado por Universal Music, como debe ser por darle preferencia a mimos del plástico tipo Sarita, la hija de José José. Produce y mezcla, la propia cantante potencializada bajita la mano por Jeff Beck.
El muerto al pozo y el vivo al gozo: nunca editado más que en un tiraje limitado de vinilo que vio la luz hace años, aparece en versión de CD el mítico Los Monjes en vivo en el Politécnico.
Su sonido en el transfer de lo análogo a digital, es excelente, lo mismo que la antología de rolas de los del hábito: José Antonio Fernández de la Mora, Julio Bracho y Hesiquio Ramos, que hace mucho, en épocas del Hanky Panky, colgaron los tenis.
Entre sus rolas escogidas por el dinosáurico David Prado figuran: “No debes mentir”, “Tú eres mi ángel”, “Oh yeah”, “Concierto Varsovia”, “Retornarás” y un cover a “La casa del sol naciente”. Muy, pero muy bueno.
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