La reciente muerte del director y guionista estadounidense David Lynch gracias a un placer íntimo, perverso y a la postre mortal (el enfisema pulmonar) no sólo ha revalorizado su determinante y enigmática obra que abarca géneros tan disímbolos como música, animación, cine negro, y dramas psicológicos.
El legado de Lynch también se extiende a series más allá de lo audaz, thrillers, interrogatorios, neo-noir, surrealismo extremo, trabajos en video, películas de culto, cine independiente y docenas de combinaciones de calificativos extremos.
Sus filmes pueden parecer incoherentes, pero van más allá del calificativo y el escalofrío recurrente. Desde Cabeza borradora hasta cintas alucinantes como El hombre elefante, Terciopelo azul y series de investigación perversas como la majestuosa Twin Peaks (de la que hay una versión en cómic) y su complemento Fire walk with me, Lost highway, la revalorizada Dune, de Jodorosky, y documentales que tratan de poner en clara perspectiva el tipo de cine oscuro que nos legó.
Filmes claves en su obra con infinidad de artistas como sus amistades musicales que incluyen a Trent Reznor (Nine Inch Nails), Donovan, Angelo Badalamenti, Marilyn Manson y muchos más, los hacen un imprescindible del cine raro y propositivamente pesadillesco.
Ahí están los ejemplos claros de Terciopelo azul, Inland empire, Mulholland drive, Wild at heart y la extraña Una historia verdadera, filme en el que no pasa nada, excepto el viaje de un viejo granjero que conduce una cortadora de césped, rumbo a la nada absoluta, en versión extra literal.
No hay ni un asesinato, ni una gota de sangre, ni un atisbo de inquietud alguna, ni de locura coherente. El filme habla de algo que pudo haber filmado cualquiera.
Y qué decir de sus actores fetiche como Laura Dern, Nicholas Cage, Kaile MacLachlan, Isabella Rosellini, Jack Nance, Harry Dean Stanton, Naomi Watts, Laura Helena Harring y Bill Pulman.
También fue el inventor de los famosos conejos con toques humanoides y el interrogador profesional de un simio (que se puede ver en la plataforma Netflix). Vamos, un tipo que sueña dentro del cine más onírico que pueda concebirse.
Su cine puede buscarse y verse tanto en plataformas digitales de paga y como en otras de forma gratuita, así como sus documentales, animaciones, clips cortos e intervenciones musicales, como las variantes a un arte propio que lo convirtieron en un genio de diversos tipos de inquietudes.
Algunas de sus cintas, aquí alguna vez aparecieron en video hasta que la compañía Zima Entertainment se arriesgó a sacarlas también en Blu-ray.
Hoy son pocos los que pueden presumir en tener esas ediciones y series como Twin peaks (con sus 22 episodios totalizadores) en ediciones especiales donde aparecen figuras como el extinto camaleón del rock, David Bowie.
Ahora muerto, pero feliz gracias al cigarro, Lynch se ha vuelto parangón absoluto y referencia de un culto instantáneo de streaming.
Los que nunca hayan visto algunas de sus películas siempre acompañadas de fondos musicales alucinantes se llevarán genuinas sorpresas con este maestro del estremecimiento de dramas criminales surrealistas que nadie hubiera imaginado que pudieran haber sido filmados.