Doctor, profesor y amigo, David Cortés pertenece a la vieja guardia del periodismo roquero, hoy tan abaratado por culpa de las benditas y malditas redes sociales, que hacen a cualquier analfabeta funcional “periodista”.
La mayoría de los tipejos que hoy armados con sólo un celular se creen reporteros, investigadores, fotógrafos (de esos que buscan la acreditación a “ruedas de prensa” y conciertos) directores de cine, editores y demás que les puede vender la tecnología de la inmediatez y el irremediable olvido, son los que no fueron a la escuela.
Tocando puertas, David ha pasado por los insustituibles impresos y revistas que de una u otra manera son testimonio de nuestro tan vituperado y engañoso rock mexicano. Sus historias escritas aparecidas en El Nacional, Uno más uno y La Jornada semanal entre otros diarios y revistas puntuales como Día Siete, Etcétera, Swicht (hasta que ya no dio para más) y La Mosca en la pared (cuando tenía alas para vuelos inesperados) y Nexos, lo vieron ejercer la entrevista, crónica y reseña de discos antes de que la industria entrara en picada.
Bitacorero del Auditorio Nacional, según se informa en la solapa de su más reciente libro, Cortés también ha sido y es temerario con el micrófono como vocero y conocedor de El otro rock mexicano, que se transmite en Planeta Radio. Apasionado de la escritura con testimonios a prueba del añejo (Los pasos de la vanguardia, La vida en la barranca y El otro rock mexicano), se avienta ahora a recopilar en su más reciente: Escritos en el tiempo, su propia nostalgia.
El libro tiene gritos y sombrerazos entre razones sentimentales donde el corazón manda, la entrevista interrogatorio, sus ensayos, crónicas y artículos de fondo, donde se pueden dar la mano no sin ciertos choques eléctricos y gustos personales desde criticados Caifanes, tacubos engaña bobos, explosivos Molotovs, Botellos sin aparente fondo y divas sagradas, como Zoé. También vienen otros nombres altisonantes como doña Diamanda Galas, Tuxedomoon, King Crimnson, Steven Brown (el Nine Rain y la Orquesta Mixe), Depeche Mode, San Pascual Rey, Rolling, U2, Residents, Iraida Noriega, El Etno Rock Nacional y esas maravillas sónicas que son John Zorn y los nacionales de Klezmerson.
El tiraje limitado del ejemplar surge de la combinación de El otro rock y libros sampleados, pero vale la pena buscarlo en algunas insólitas librerías y los laberínticos pasillos del Tianguis Cultural del Chopo y el Multiforo Alicia. Su contraportada invita a la lectura por recomendación de Walter Schmidt, Alejandro Gonzáles Castillo y el Sr. González donde es el periodismo explícito en estos tiempos de Internet.
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