Para los que reconocen jerarquías y etiquetaciones que pueden sonar a bizarro, en torno a películas de extensión de dominio como Cabeza borradora”, El fantasma del paraíso y la por antonomasia The horror Rocky picture show, les hipnotizará conocer el lado retorcido y curioso de las cintas serie B. Esta designación genérica no sólo se ha detenido en el horror sino que, a través del cine fantástico, ha hecho aportaciones que son perdurables hasta hoy.

En el documental, It came from Hollywood, que sirve para abrir la puerta al azoro de la especialidad, varios comediantes del mejor periodo del show televisivo Saturday night live dan el banderazo de salida de filmes de la serie B cincuentera, que siguen fascinando a propios y extraños. Dan Aykrod, John Candy, Gilda Radner, Chech and Chong y otros recomiendan la crema de estos filmes de bajo presupuesto e ideas descomunales.

Malcolm Leo y Andrew Solt agrupan y dirigen este pasaporte a lo divertidamente anormal como mutantes japoneses, platillos voladores, arañas gigantes, guajolotes voladores y demás seres impensables para otra cosa, que no sean estas películas con las que crecieron varias generaciones. En 1955, Universal Pictures, con el medio a la radiación atómica y de la mano de Jack Arnold se inventa una descomunal tarántula basada en una teoría del crecimiento exagerado por una alimentación anormal.

Será el mismísimo Clint Eastwood como piloto de un avión caza de combate el que acabe con el engendro que pone muy nerviosos a los habitantes de un pueblo texano y a los novios John Agar y Mara Corday que, a partir de este filme insólitamente divertido, serían las cabezas del género. Un año antes, las hormigas gigantes del director, Gordon Douglas, nos llevarían al peligro extremo en un thriller fantástico protagonizado por James Whitmore y el que fuera “El Marshall Dillon”, James Arness.

En 1956, Fred F. Sears dirige el ataque de un escuadrón de platillos voladores en Earth vs. the flying saucers. Estados Unidos y varias capitales del mundo, nada pueden hacer contra la embestida de las naves prealienígenas. Hugh Marlowe, su protagonista, fue el que más influyó a Jaime Maussan en el tema de la investigación del proyecto Skyhook, en que los efectos especiales de Ray Harrihausen son increíbles para la época de esta clásica de la ciencia ficción.

Otra prueba de fuego para la humanidad es la que en 1957 afrontó contra El monstruo de otro planeta (20 millions miles to earth), donde la famosa creación de Harrihausen (el Ymir) choca con su nave en Italia y de su interior sale un monstruo de seis metros, que aterroriza luego a Roma y sus al derredores. Protagonizan William Hooper y Joane Taylor.

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