Quienes no estamos convencidos de los otros datos enfrentamos el inquietante entorno del mundo real.
Iniciamos con los datos del Coneval referentes a que en el presente gobierno, 3 millones 800 mil mexicanos pasaron a ser pobres, cayendo 55% de ellos en la extrema pobreza. De 51 millones 900 mil mexicanos pobres en 2018 , en dos años se pasó a 55 millones 700 mil, 7.3% más en la penuria. Estos datos permiten constatar a que la paternal repartición de pensiones a a cargo de la 4T, de más de 300 mil millones de pesos anuales apoyando a cerca de 25 millones de beneficiarios, no resuelven la pobreza en automático, la generación de empleos mediante el incremento a la inversión pública o privada resulta primordial para un mayor consumo. Hemos de reconocer que la pandemia ha tenido un rol central en la proliferación de la pobreza; empresas teniendo que rascarse con sus propias uñas, obviamente abonaron al desempleo, engrosando la indigencia.
Ciertamente, la pandemia, plaga que en algún momento disminuyó sus efectos mortales, resurgió con renovado brío en una tercera ola en su modalidad de Delta, causando apenas antier más de 22 mil contagios en 24 horas, superando un total de 3 millones de casos totales, casi 250 mil defunciones oficiales, habiendo aplicado un total de casi 74 millones de vacunas. Qué difícil alternativa para la CDMX, semáforo rojo o naranja, y es que el horno no está para bollos, interrumpir nuevamente el latir económico de la ciudad traería aciagas implicaciones. Sin embargo, el debate sobre arriesgar a alumnos en un regreso presencial a clases, cobra vigencia y preocupación. Insistir en que llueva, truene o relampaguee, las clases se reanudarán, implica una enorme responsabilidad. Sería terrible que los padres de familia, especialistas y autoridades que se oponen a arriesgar a los alumnos, demuestren con hechos el porque de su preocupación. A nivel estatal, algunos Estados anunciaron su negativa a reanudar clases, en tanto que otras 10 entidades permanecen en veremos. Resaltemos la manifestación de líderes de la Coneval en contra de la propuesta presidencial de regresar a clases presenciales, puesto que no hay condiciones para ello, anunciando un modelo propio de “educación emancipadora” que impartirán a los alumnos a la distancia.
El tema de la inseguridad acompaña el día a día de la población, distintos cárteles miden fuerzas elevando los índices mortales a cifras sin paralelo. La nota de la semana ha sido la amenaza a la vida de la periodista –cuanta saña contra los mensajeros- Azucena Uresti en un mensaje supuestamente proveniente del Cártel Jalisco Nueva Generación. Los mensajes oficiales de solidaridad y ofertas de protección a la seguridad de la periodista se pronunciaron como en ocasiones anteriores. Las estadísticas poco confían en estas promesas de protección.
Lamentablemente los temas aludidos poca atención merecen en la mañanera agenda presidencial, donde el tiempo transcurre entre menciones a la distintiva hipocresía de los conservadores, al enojo de los mismos por las canonjías perdidas y a últimas fechas por las clases de pizarrón en que se muestran las alusiones en la prensa y el número de las mismas, a favor y en contra del desempeño del presidente de la República. Ni hablar, primero es lo primero.