El sexenio inició hace apenas unas semanas y, como pasa cada 6 años, lo hace lleno de compromisos y promesas. Más allá del proyecto que se tenga, la actual coyuntura crea una serie de oportunidades y retos para México. Aquí un vistazo a los más relevantes:
Desarrollo del Ecosistema de Capital Emprendedor. Con más de un billón de pesos de capital recaudado en el primer semestre del 2024 (Endeavor y Glisco Partners, 2024), el ecosistema de venture capital muestra una recuperación sostenida. Además de ser una de las industrias con mayor adopción y penetración de la Inteligencia Artificial, los altos retornos de los fondos y startups demuestran el gran valor del mercado mexicano. El esfuerzo gubernamental deberá encaminarse a desarrollar la infraestructura necesaria para incentivar el crecimiento del ecosistema.
Reforma Fiscal. El Paquete Económico 2025 mostró la presión en la Hacienda Pública. Se frenó abruptamente el gasto luego de mantener una política fiscal contraria a los esfuerzos de Banxico por controlar la inflación en 2023. Este estrés en las finanzas públicas, la ausencia de una Reforma sostenible, nos ha alejado del soft landing y explica los recortes a los pronósticos de crecimiento para este año.
Reestructura del Sistema Mexicano de Pensiones. Los esquemas de pensiones se agotan conforme cambia la dinámica poblacional. El esquema de cuentas individuales (1997) se agotó y el modelo propuesto a principios de este año es financieramente inviable (Viñas Maguey, 2024). La reestructura deberá tomar en cuenta factores como el que más de la mitad de la fuerza laboral se emplea en la informalidad, por ejemplo.
Focalización de programas sociales y estandarizarización de su evaluación. Datos como haber reducido la pobreza en más del 20% (Coneval, 2019) demuestran el éxito de focalizar y definir una población objetivo. Los programas universales recaen en el asistencialismo y su impacto, si lo hay, es mucho más desordenado. Sobre la evaluación del impacto: no se puede mejorar lo que no se puede medir.
Fortalecimiento de la relación con Estados Unidos. Si algo abunda en todo proceso electoral es la incertidumbre. Sea quien sea que llegue a la Casa Blanca, un empresario o una política con un reto importante de popularidad, Estados Unidos seguirá siendo nuestro vecino. Del manejo de la relación dependerá que vengan tiempos de mayor volatilidad o estrechemos el lazo de ‘socios, vecinos y amigos’.
Restaurar la certeza jurídica. La crisis constitucional propiciada por la Reforma al Poder Judicial avanza cada vez con más fuerza. Pasamos del cese de actividades en el Poder Judicial a una creciente fuga de capitales (Banxico, 2024) que, definitivamente, las remesas no podrán remediar. Sin claridad en las reglas del juego es imposible alcanzar crecimiento y desarrollo.
A medida que este ciclo político continúe su asentamiento, surgirán muchos más retos por resolver (algunos pendientes desde hace tiempo). Será crucial contar con una agenda que permita visualizar y aprovechar las oportunidades, así como con equipos altamente capaces de realizar una ejecución exitosa.
@JosePabloVinasM