En el mes de diciembre y especialmente alrededor del día doce, 6 millones de peregrinos visitan la Villa de Guadalupe. En todo el año suman 22 millones, convirtiendo a la Basílica de Guadalupe en el centro mariano más visitado del mundo.
La presencia de peregrinos y turistas en la Villa de Guadalupe supera con mucho al número de visitantes de los centros marianos de Lourdes y Fátima y también a quienes acuden a la Meca en Arabia Saudita. La vocación turístico-religiosa de estos santuarios se convierte a la vez en una derrama económica muy importante para las ciudades que los albergan. Lamentablemente esto no pasa en la Ciudad de México, por el contrario, cada día se puede constatar el estado de abandono, inseguridad, insalubridad y ambulantaje.
Los peregrinos y visitantes se enfrentan a todo tipo de obstáculos como la carencia de baños y sitios de descanso, de casas del peregrino, de atención médica, asaltos y muchos problemas más. Esta condición además afecta mucho a los vecinos de la zona, quienes consideran a las peregrinaciones como algo que altera y daña su calidad de vida y por lo mismo, en lugar de aprovechar lo que esto significaría para ellos en beneficios de distinto tipo, los enfrenta y aleja de la posibilidad de dedicarse a actividades relacionadas con el turismo.
Es una vergüenza que la Villa de Guadalupe, que consideramos un lugar tan significativo para los mexicanos, se encuentre abandonado. La rectoría de la Basílica hace esfuerzos enormes para mantener lo mejor posible el sitio al interior, pero hacia afuera, parece que a las autoridades ni les importa, ni manifiestan interés en mejorarlo.
Los hoteles de la zona son “de paso” y en lugar de beneficiar a turistas y peregrinos, son fomento de trata de personas y prostitución. Si un turista quisiera hospedarse en las cercanías de la Basílica, visitar algún sitio histórico, algún museo o comer en un buen restaurante, simplemente no hay nada que ofrecer. ¿Como explicar que un sitio sagrado para nosotros se encuentre en situación tan deplorable?
Por otro lado las autoridades locales en lugar de aprovechar el detonante económico y de desarrollo de esta condición, muchas veces actúan al revés, promoviendo al ambulantaje y tolerando actividades ilícitas sin buscar además una buena relación y coordinación con el Consejo Rector de la Basílica.
El 12 de diciembre representa una de las fiestas más tradicionales en nuestro país: conmemoramos un aniversario más de las apariciones de la Virgen de Guadalupe. Creyentes y no creyentes coincidimos que esta fecha es un signo de unidad y de valor para todos los mexicanos.
Estamos a tan solo 7 años de celebrar los 500 años del extraordinario “Acontecimiento Guadalupano” (2031). Para ello, debemos prepararnos para una fiesta digna que represente y demuestre el amor de los mexicanos a la Guadalupana.
La asociación civil “Ciudad Posible A.C.”, ha propuesto el proyecto “Camino de Juan Diego” que consiste en la “Dignificación y Reordenamiento Urbano de la Villa de Guadalupe”, como un programa integral que haga de la Villa uno de los principales motores económicos de la Ciudad, desde el enfoque turístico-religioso. Aprovechar el sitio como lo que realmente es: el principal centro religioso y mariano del mundo.
El proyecto busca integrar a toda la comunidad en la actividad turística y religiosa. Un reordenamiento urbano que proporcione condiciones “amigables” a la actividad turística como son transporte y movilidad, áreas peatonales, hoteles, hostales y “casas del peregrino”, áreas para el comercio, centros culturales y recreativos. Así mismo, la conexión turística con el centro de la ciudad.
Se pretende la recuperación e integración de sitios arqueológicos e históricos como por ejemplo el “Acueducto del Tepeyac”, sus cajas de agua y el edificio de administración. Se encuentra también la primera estación de tren de la ciudad y el museo del Ferrocarril.
Una parte importante de este proyecto consiste en la restauración ecológica de la Sierra de Guadalupe que representa la única zona boscosa al norte de la ciudad. Considerada Área Natural Protegida, actualmente se encuentra muy afectada por invasiones toleradas e inducidas por todos los flancos. En el proyecto, se plantea la actividad de senderismo, consistente en recorridos por la misma Sierra, como los que a diario hacía San Juan Diego desde Cuautitlán donde nació y tenía su casa.
Juan Diego cambió su residencia de Cuautitlán a Tulpetlac para vivir con su tio Juan Bernardino. Fue aquel 9 de noviembre de 1531 cuando se dirigía a su catecismo en Tlatelolco, que al pasar por el cerro del Tepeyac ocurrió el encuentro con la Virgen María. Por eso a este proyecto lo llamamos “Camino de Juan Diego”, porque buscamos recorrer y seguir sus pasos en medio de este gran Acontecimiento Guadalupano.
Entre muchas de las acciones proponemos, la construcción de un gran puente que una al cerro del Tepeyac con el cerro de los Gachupines y restituya así la ruta original de Juan Diego. A principios del siglo pasado, autoridades sin escrúpulos, autorizaron la explotación de una cantera en el sitio, justo detrás del cementerio del Tepeyac (hoy pasa el Eje 5 Cantera).
Se requiere un gran esfuerzo de los tres órdenes de gobierno y de la sociedad, para impulsar este proyecto. Debe promoverse un verdadero reordenamiento urbano, de vialidad y movilidad, así como la señalización a lo largo de las distintas rutas de peregrinación y reflexión. El proyecto considera también la recuperación de otros sitios emblemáticos como el acueducto del Tepeyac, las calzadas de Guadalupe y de los Misterios, la revitalización de la avenida Reforma hasta la glorieta de Peralvillo donde se encuentra la “Cruz de la Evangelización”, para resaltar los recorridos de Juan Diego hasta Tlatelolco y posteriormente al centro, en la Casa del Arzobispado.
Este proyecto representará sin duda, la principal derrama económica de la ciudad pero lo más importante desde mi punto de vista, es que saldaremos una deuda pendiente con quienes muchos consideramos la Reina de México y de América y que, de forma inexplicable, directamente o por omisión, hemos permitido el terrible deterioro de este sitio entrañable para todos los mexicanos y donde “ella”, amorosamente, pidió la construcción de “su casita”.
Presidente de Ciudad Posible.
@JL_Luege