La historia económica de México siempre ha estado vinculada con Estados Unidos, de hecho, el comportamiento interno de la generación de riqueza de país (PIB) ha estado vinculada al ritmo económico de nuestro vecino del norte a raíz de que México, principalmente a partir de 1994 (era TLCAN), tiene como principal mercado comprador a la Unión Americana.
Esta dependencia que México ha tenido con Washington es resultado de la relación intrafirma entre ambas naciones. Por ello, la Casa Blanca ve trastocado sus intereses cuando México opta por líneas totalmente diferentes a las que plantea (o impone) Estados Unidos. Sin duda la máxima de la política exterior estadounidense hacia el subcontinente tiene como principal destinatario a México. Monroe no se equivocó al decir hace doscientos años “América para los americanos” (v.gr. discurso ante el Congreso de Estados Unidos del presidente James Monroe pronunciado el 2 de diciembre de 1823).
Al respecto, para 2025 ya no son los europeos los destinatarios de la Doctrina Monroe, sino de manera particular la República Popular China ya que, por su plan tecnológico en torno al desarrollo cuántico para los próximos 30 años, Estados Unidos siente en riesgo su seguridad nacional por la inversión que China está realizando en México, ya que la tecnología cuántica es la nueva filosofía de desarrollo de China en torno a un modelo que tiene dos pilares: la Circulación Dual y las Nuevas Fuerzas productivas y dos motores: reorientar la demanda interna e impulsar reformas para apuntalar la oferta su economía.
Las industrias emergentes estratégicas orientadas al futuro de China que impulsarán las nuevas fuerzas productivas son: la ciencia cuántica, la tecnología 3D, la producción digital, comercio electrónico, tecnología financiera, trenes de alta velocidad, energías renovables, vehículos eléctricos comunicaciones 5G y 6G, biofabricación, nanofabricación y fabricación aditiva, drones, radares, robótica y sonares, criptografía poscuántica, energía del hidrógeno, los nuevos materiales, la biomanufactura, los vuelos espaciales comerciales, la tecnología cuántica, las ciencias biológicas, mejorar y modernizar las cadenas industriales y de suministro, la economía digital, además se pondrá en marcha una iniciativa de Inteligencia Artificial Plus. Con ello China pretende lograr la autosuficiencia tecnológica. China consolidará y mejorará su posición de liderazgo en industrias como la de los vehículos inteligentes conectados de nuevas energías.
La inversión china, principalmente la automotriz, en México, está presente en el discurso del próximo presidente de Estados Unidos. El pasado 16 de marzo, durante un acto de campaña realizado en Ohio, el entonces candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos en 2024, Donald Trump, lanzó una amenaza a los fabricantes de automóviles chinos. Así también, el 13 de octubre Trump arremetió nuevamente contra nuestro país al declarar que podría imponer aranceles superiores al 200% a vehículos chinos importados de México.
Al respecto, Biden ya se adelantó y aprovechando la revisión obligatoria de cuatro años por parte de la Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR) de los aranceles impuestos a los productos chinos en virtud de la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, el 14 de mayo de 2024 Estados Unidos aumenta aranceles a chips en 50% y autos eléctricos chinos en 100%. La tasa arancelaria sobre ciertos productos de acero y aluminio bajo la Sección 301 aumentará de 0% a 7.5% a 25% en 2024. El tipo arancelario aplicado a los semiconductores aumentará del 25% a 50% para 2025. La tasa arancelaria sobre los vehículos eléctricos bajo la Sección 301 aumentará del 25% l 100% en 2024. El tipo arancelario sobre el grafito natural y los imanes permanentes aumentará de cero a 25% en 2026. El tipo arancelario para algunos otros minerales críticos aumentará de cero a 25% en 2024. La tasa arancelaria sobre las células solares (montadas o no en módulos) aumentará del 25% a 50% en 2024.
El 20 de febrero la Alliance for American Manufacturing advirtió que China es una “amenaza existencial” para la industria automovilística estadounidense si utiliza la ruta de México para vender vehículos y solicitó que se impongan aranceles a los automóviles importados de China, incluyendo eléctricos y de gasolina, a través de la Sección 301 impuesta en 2018. Por su parte, el senador republicano Josh Hawley presentó una iniciativa para imponer aranceles de 125% a los vehículos fabricados en China que intenten ingresar a su país vía México.
México se ha convertido en un actor importante en la industria automotriz, ocupando el séptimo lugar como país productor de automóviles en el mundo y se ha convertido en un mercado lucrativo para los fabricantes chinos de automóviles. Las marcas chinas que operan en México son: Chirey, MG, BYD, Geely, Omoda, Great Wall Motor, GAC Motor, SEV, Jetour, JAC, BAIC, JMC, Changan y están por ingresar Jaecoo y Exeed.
Al respecto, ante la guerra comercial entre Estados Unidos y China, México ya tomó posición. Nuestro país, para quitarse la presión del establishment estadounidense, con base en el artículo 28 de la Ley de Comercio Exterior, del 1 de enero al 15 de mayo de 2024 el gobierno mexicano había impuesto a China quince sanciones en materia de prácticas desleales de comercio internacional, nueve en materia de cuotas compensatorias y cinco sobre antidumping.
De igual forma, México ha impulsado medidas para combatir prácticas de subvaloración aduanera y de contrabando aduanero de mercancías, así como establecer un arancel de veinte por ciento a autos eléctricos provenientes de China, Con ello el gobierno de la presidente Sheinbaum envía un mensaje a Washington que se está actuando en la línea que marca la Casa Blanca.
Estados Unidos y México son socios clave en el objetivo de asegurar que la cadena de suministro global de semiconductores esté a la altura de la transformación digital que se está produciendo en todo el mundo. La fabricación de productos esenciales, que van desde vehículos hasta dispositivos médicos, depende de la fuerza y la resistencia de la cadena de suministro de semiconductores.
Sin duda, México optó por el security-shoring de Estados Unidos, esta alternativa pertenece a la ventaja geográfica, donde se cuenta con una alianza objetiva con Estados Unidos como el T-MEC y la nueva electromovilidad semiconductores, dejando atrás el friend-shoring con China, donde los gobiernos o las empresas ya tienen relaciones políticas y comerciales establecidas.
Así, México desdeña la cooperación cuántica con China y opta por la producción especializada de maquila de semiconductores para Estados Unidos.
A través de su política económica, a partir del 20 de enero de 2025 el nuevo ocupante de la Oficina Oval impulsará una política comercial acorde a la estrategia de seguridad nacional. Para ello el presidente número 47 de Estados Unidos utilizará el marco jurídico para impulsar una política comercial proteccionista causando fuertes estragos a la economía mexicana, ya que las exportaciones que coloca nuestro país a la Unión Americana representan 37.7% del PIB de México.
Coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios y profesor del Centro de Relaciones Internacionales, UNAM