Sin duda, uno de los lugares de nuestra atribulada república que más necesita construir el gobierno que realmente se merece, es Michoacán. Han sido ya muchos años de intentos fallidos por elegir gobernantes que estén a la altura de los enormes retos que enfrenta esta entidad, rica en historia y recursos naturales, pero que hasta ahora sigue sumida en una situación grave de inseguridad que obstaculiza su marcha al desarrollo.

A los mexicanos a veces nos gusta pensar que los problemas nacionales se pueden resolver simplemente con actos de voluntad de sus gobernantes. Sin embargo, hay crisis de raíces tan profundas y con aristas tan complejas que no admiten soluciones basadas en el voluntarismo político. Ese es el caso de la cada vez más dramática situación que se vive en Michoacán.

Michoacán padece hoy el resultado de muchos años de abandono y negligencia de gobiernos locales que lo han llevado a una crisis sin precedentes. La situación ha llegado al límite y requiere de la suma de esfuerzos de todos los sectores: gobiernos, sociedad civil, organismos empresariales, instituciones académicas, iglesias, en fin, toda la sociedad michoacana debe comprometerse con la recuperación y reconstrucción del tejido social, devastado por años de corrupción y de impunidad.

Para rescatar al estado se necesita un plan bien diseñado en el que en el corto plazo se tomen medidas contundentes para atender la situación de emergencia y en el mediano y largo plazos se implementen políticas orientadas a la reconstrucción de una sociedad dañada en lo más profundo por años de corrupción y de indolencia.

El pasado viernes, luego de un proceso electoral plagado de cuestionamientos, tomó posesión como Gobernador del Estado de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla. Una vez más como cada seis años, se abre para los michoacanos la posibilidad de que la situación del estado mejore, hago votos porque así sea. El reto, sin lugar a dudas, es enorme.

Michoacán merece un gobierno honesto, que administre con probidad las finanzas del estado. Se sabe que el gobierno está endeudado hasta el cuello, pero hoy la sociedad no sabe cuánto se debe y cómo se está pagando. Las agencias evaluadoras de crédito han consignado este hecho y le otorgan al estado calificaciones cada vez más bajas. Michoacán necesita una administración más transparente, que gestione recursos de cara a los ciudadanos.

Michoacán merece un gobierno firme, que actúe realmente contra la criminalidad, que pueda ser la esperanza que necesita nuestro querido estado para recuperar la ruta del progreso. Urge recuperar Michoacán de manos de los criminales que hoy tienen a tantas comunidades sometidas para regresarlo a los michoacanos de bien. Esta es sin duda la demanda más sentida de la población.

Finalmente, Michoacán merece un gobierno que recupere la esperanza. Quienes nacimos ahí, sentimos una gran tristeza cada vez que nos damos cuenta de las oportunidades que se están perdiendo a causa de la mezquindad de unos cuantos. Son muchos años los que este gran estado ha vivido a la sombra de la violencia, la corrupción y la impunidad. Es hora de un golpe de timón para recuperar la confianza y la esperanza ciudadana.

Abogado. @jglezmorfin

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