En el mundo de hoy, la comedia nupcial parecería no tener cabida. Pero aún sobrevive en Cásate conmigo (2022), cuarto largometraje de Kat Coiro, quien tras ensayar sin éxito el tema romántico en otros filmes, le da al clavo.
Basada en la novela gráfica de Bobby Crosby, adaptada por los guionistas Harper Hill, John Rogers y Tami Sagher, Cásate conmigo cuenta el insólito romance de la súper estrella pop Kat (Jennifer Lopez), que ante la traición de su galanazo de chaquira y oropel Bastian (Maluma), públicamente acepta la propuesta matrimonial de un anónimo rostro en la multitud, el modesto maestro Charlie (Owen Wilson).
Esta comedia de enredos —que literalmente arrastra a Charlie a los brazos de Kat—, equilibra lo cómico con lo romántico, sin exageraciones ni cursilerías. La experiencia de Coiro en tv, donde tiene sólida carrera, le permite hacer una comedia de buen ritmo, con elegante solución visual y agridulce tono.
La película revela cuán esmerada es la dirección. Al abordar la situación, y profundizar en por qué sucede, destacan sus agudos apuntes sobre una era de amores públicos, pensados para reflectores y redes sociales.
Frente al escrutinio de esa nueva raza, el “admirador”, la intimidad queda cancelada. Las estrellas se hunden en un torbellino de emociones donde ni ellas saben cuál es la auténtica ni cómo vivirlas sin la falsa necesidad de compartirlas con miles.
Estas notas, certeras y presentadas como al pasar, hacen de Cásate conmigo la mejor película de Coiro. Aunque, jugando con la sencilla situación, la sostiene con el carisma de sus protagonistas. Pero su perspicaz mirada, sobre el romance del siglo XXI, sujeto a comentarios multitudinarios, comprende el actual código social de la celebridad. Y lo plasma con toda ironía, dándole vida nueva a la comedia nupcial.