A) Con seis votos sobre cinco, el INE le dio registro al PES renovado, (Encuentro Solidario, se llama ahora), buena noticia para Amlo pues son sus aliados evangelistas. Quienes votaron en contra (Lorenzo Córdova, entre ellos) alegaron con razón, que hubo participación directa de ministros de culto violentando la Constitución. Quienes votaron a favor por darle el registro al PES, aludieron que sí hubo participación de ministros, pero pocos y no en todas las asambleas. Es decir, que se violó la Constitución, pero poquito (ese criterio empieza a prevalecer, por lo visto). Lo cual evidentemente, lastima el carácter laico del Estado, que en este sexenio se ha visto más afectado que incluso bajo los gobiernos del PAN. Quién lo diría.

B) La mayoría de los obradoristas considera que dar el registro a México Libre (ML) implica validar una especie de narco-partido. Y al parecer daban por sentado que Córdova y otros consejeros estaban al servicio de Felipe Calderón, por lo que le darían el registro a ML. Resulta que la ley no incluyó como criterio para dar o quitar el registro a un partido que sus miembros o dirigentes hayan sido acusados o condenados por algún delito (incluso si ya hubieran sido encontrados culpables). Eso queda en el plano judicial; ya si el partido expulsa a esos personajes o no es cosa interna. Es probable que si ese fuera un criterio legal, todos los partidos habrían ya perdido su registro.

C) Si se le negó el registro a ML fue porque consideró que 8 % de los donantes no fueron debidamente aclarados. ML alega que eso se debe a que lo hicieron por sistema bancario (Clip), y que dieron copia de sus datos, por lo que el INE debía solicitar a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para identificarlos. Aclara Ciro Murayama la plataforma Clip especifica que no podrá utilizarse para partidos políticos, pero le responden que ML no era aún partido. Cuestión de interpretación muy fina. Por otra parte, se alega que el criterio para medir el porcentaje de donaciones no respaldadas para considerarlo determinante se cambió de último momento. Son estos elementos que tendrá que considerar el Tribunal Electoral (TEPJF).

D) Hay por lo pronto dos segmentos del electorado que mayoritariamente celebran la decisión del INE; los obradoristas por un lado, y quienes sin estar alineada con el calderonismo desean que Morena pierda la mayoría absoluta en la Cámara Baja (me incluyo), pues ML quitaría votos al PAN (y algo al PRI), fragmentando aún más la votación opositora. Y eso le conviene a Morena (como antes ocurría con el PRI). De hecho, dos de los consejeros del INE identificados adentro como alineados al obradorismo votaron por darle el registro a ML. Conozco muy pocos obradoristas que deseaban por esa razón el registro a ML justo para fragmentar el voto opositor y elevar las probabilidades de su partido en 2021. Pero el grueso de los obradoristas prefieren que ML no tenga registro, probablemente por razones meramente emotivas. El odio y el deseo de venganza parecen prevalecer por encima del pragmatismo electoral, lo que se reflejó con claridad en el comentario sabatino del presidente. Como bien decía Maquiavelo, cuando rencor y animosidad, suelen prevalecer por encima de la fría racionalidad política.

E) Por otra parte, triste espectáculo, aunque no sorpresivo, nos dieron los diputados durante el nombramiento de la nueva Mesa Directiva, al haber pedido “prestados” legisladores de uno a otro partido, incluso de manera provisional, para reunir los votos necesarios para ocupar la presidencia de esa Mesa. De nuevo, vemos cómo muchos legisladores mandan al diablo a sus electores y hacen lo que les viene en gana, según criterios que nada tienen que ver con el mandato recibido en las urnas. Al saltar los chapulines de un partido a otro alteran la representación de la ciudadanía, violentando su voluntad. Por lo cual, propongo que en la próxima reforma electoral se prohíba expresamente ese chapulineo, de modo que si un legislador quiere cambiar de partido, o simplemente abandonar el suyo propio, podrá hacerlo previa la renuncia a su curul, que quedará en el partido bajo el cual ganó, en su caso, suspendida. Eso podría frenar el fenómeno del transfuguismo legislativo, tan dañino a la representación política, como lo vimos una vez más.

Profesor afiliado del CIDE. @JACrespo1 

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