México, a lo largo de nuestra historia, ha mantenido una relación compleja con nuestros vecinos del norte. Los miles de kilómetros de frontera que nos unen -o nos dividen, dependiendo del momento y de la situación- nos han convertido en sus socios comerciales, pero también, sobre todo en los últimos años, en una de sus principales preocupaciones en materia de seguridad y control migratorio.
A pesar de esta conformación natural que nos une, muchas cosas nos separan y diferencian de nuestros vecinos: la dimensión de nuestras economías, el idioma, las costumbres, las tradiciones, y sobre todo las distintas formas de entender y enfrentar nuestros problemas (por poner un ejemplo, México no tiene una tradición bélica como Estados Unidos); por lo que difícilmente podríamos decir que nos ven siempre como aliados. Las relaciones y los acuerdos que se han tejido se han dado en mayor medida por la cercanía, empatía, disposición y empeño entre los gobernantes de ambas naciones, incluso entre sus similares de estados fronterizos y, en algunos casos, hasta de gobiernos de tercer nivel en turno. Como mejor lo explica Luis Herrera Lazo en su texto para Este País.
En este sentido, para el Partido Acción Nacional no deja de ser preocupante la llegada de un personaje como Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, y la relación que ha expresado hacia nuestro actual gobierno.
De inicio, que no exista duda que nuestro partido tiene una postura clara, firme y patriótica que defiende los intereses de nuestra nación, sin caer en el juego de amenazas, ni ceder en los principios fundamentales que garantizan nuestra soberanía.
Sin duda, Trump es conocido por su retórica incendiaria que le habla a sus seguidores; sin embargo, no podemos subestimar el impacto de sus declaraciones, especialmente ahora que se perfilan amenazas como la imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos, deportaciones masivas y la declaración de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que potencialmente propiciaría una intervención unilateral para combatirlos, incluso en nuestro territorio.
Para enfrentar estos desafíos, el gobierno de México debe actuar con altura de miras, recuperando la confianza internacional mediante el fortalecimiento de nuestras instituciones, el respeto a los acuerdos internacionales y una lucha real contra el crimen organizado y la producción, transportación y consumo de fentanilo.
Desde el PAN, hacemos un llamado a la administración federal para que abandone la simulación y adopte una postura seria, que garantice nuestra soberanía, pero también la estabilidad de nuestras relaciones bilaterales.
Nada está por encima de México y su interés superior. La relación con Estados Unidos, construida a lo largo de décadas, es vital para nuestra economía y nuestra seguridad. Es el momento de enviar señales claras de que somos un vecino responsable, dispuesto a dialogar y cooperar desde la fortaleza de nuestras instituciones.
Para ello, exigimos al Gobierno de México que: Respete los acuerdos internacionales, como el T-MEC. Las reformas que han debilitado al Poder Judicial y a organismos autónomos como la Cofece y el IFETEL no solo erosionan nuestra democracia, sino que contradicen el acuerdo comercial y ponen también en riesgo nuestra credibilidad internacional; exigimos también que combata el crimen organizado de manera efectiva. La estrategia de “abrazos, no balazos” ha fracasado rotundamente, permitiendo el crecimiento de los cárteles y la proliferación de violencia en todo el país. Es indispensable fortalecer el Estado de derecho, debido a que la inseguridad y la falta de certeza jurídica son los principales factores que ahuyentan la inversión y generan tensiones con nuestros socios comerciales.
La relación entre México y Estados Unidos debe estar basada en el respeto mutuo, el diálogo y la cooperación. Desde Acción Nacional reiteramos nuestro compromiso de trabajar por la unidad nacional y por la defensa de nuestra soberanía, pero también exigimos al Gobierno de México que asuma su responsabilidad, respete las leyes y combata de manera decidida los retos que enfrenta el país.
Porque la patria es primero, trabajemos juntos para garantizar un futuro de paz, prosperidad y justicia para todos los mexicanos.
Presidente del Partido Acción Nacional
