Sin el afán de crear controversia y corriendo el riesgo de ser criticado y señalado al abordar un tema cuya centralidad, logros y reconocimientos concierne totalmente a las mujeres; sobre todo en estas fechas en las que se honra su lucha incansable y sin cuartel a lo largo de muchos años; me permito compartir las siguientes reflexiones.
Desde mi simple calidad de hijo, esposo, padre, hermano, tío, amigo y compañero de increíbles mujeres a quienes cada día veo enfrentar la desigualdad de condiciones frente a los hombres, expreso mi solidaridad, alzando la voz con ellas, porque este gobierno las ha abandonado a pesar de que en campaña fueron objeto de promesas y compromisos, hoy incumplidos.
En los primeros cuatro años de la presente administración, se dinamitaron muchos logros alcanzados por las mujeres a lo largo de décadas, para la creación de mecanismos e instituciones que atiendan y pongan freno a la violencia contra la mujer. Las estadísticas y las evidencias hacen un hecho innegable el que la autodenominada 4T ha dejado en el desamparo y más vulnerables a las mujeres.
Desde los gobiernos panistas, se realizaron diversas acciones en pro de las mujeres, como la creación del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), el Programa de la Institucionalización de la Perspectiva de Género, el Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y No Discriminación Contra las Mujeres (PROEQUIDAD), el Fondo de Micro financiamiento a Mujeres Rurales (FOMMUR) (Secretaría de Economía), el Programa Arranque Parejo en la Vida (Secretaría de Salud y el Consejo Nacional para la Infancia y la Adolescencia). Además, se impulsó la instauración de los Programas de Apoyo Alimentario y Escuelas de Tiempo Completo, la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA), la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM) y, el Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (PROIGUALDAD).
Desafortunadamente, ese esfuerzo de construcción de programas e instituciones ha sido borrada de un plumazo por este gobierno.
En lo que va del presente sexenio se han registrado un total de 15,516 muertes violentas de mujeres: 11,488 víctimas de homicidio doloso y 4,028 presuntas víctimas de feminicidio. Si comparamos el mes de enero de 2023 contra el mes de enero del año anterior, tenemos que las muertes violentas pasaron de 293 a 298. Los casos de violencia familiar pasaron de 17,387 a 21,375. Las violaciones ascendieron de 1,428 a 1,799. Estamos ante un gobierno insensible y autoritario, que en lugar de protegerlas, hace todo por protegerse de ellas, de sus justos reclamos y sus críticas.
Las mujeres buscan hoy visibilizar la problemática compleja que les afecta, luchando en diversos frentes por derechos que ya deberían ser una realidad; entre los que destacan: Derecho a una vida libre de violencia; Derecho a la igualdad de género; Derecho a la salud sexual y reproductiva; Derecho a una remuneración justa y al trabajo digno; Derecho a la participación política activa y efectiva de las mujeres en la vida política y, que se garantice su acceso a los espacios de poder y toma de decisiones.
Todos estos temas exigen que se impulse un marco jurídico e institucional que contemple y asegure el cumplimiento de estos derechos y prerrogativas fundamentales.
Las mujeres cuentan y siempre han contado con Acción Nacional. Nuestro partido ha sido pionero en enarbolar la lucha de las mujeres, como se acredita en los anales históricos. Cientos de mujeres panistas han sido líderes en esta lucha como María Elena Álvarez de Vicencio, Florentina Villalobos Chaparro, Blanca Magrassi de Álvarez, Josefina Vázquez Mota, Cecilia Romero Castilla así como nuestras actuales gobernadoras Maru Campos Galván y Tere Jiménez.
En la presente legislatura hemos impulsado iniciativas para reformar diversas disposiciones de las Leyes Generales de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y de Víctimas, en materia de medidas de protección máxima para las mujeres; así como otra que pretende reformar y adicionar el artículo 36 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para que el Poder Legislativo federal tenga más participación en las políticas públicas destinadas a la prevención de agresiones en contra de las mujeres y, de igualdad salarial entre hombres y mujeres; entre otras.
En este 8 de marzo, hacemos un compromiso para redoblar nuestra lucha, codo a codo con las mujeres, para garantizar sus derechos y satisfacer sus reclamos. La lucha en favor de las mujeres es una causa que se debe realizar todos los días, todo el tiempo. La deuda histórica con las mujeres debe ser saldada cuanto antes, bajo la premisa de que la igualdad nos hará una sociedad más justa y plena en derechos y bienestar para todas y todos.