Nos encontramos en la recta final de las elecciones municipales de 2025 en Veracruz y Durango, las cuales se han desarrollado en un entorno de violencia, inseguridad y terror, donde el crimen organizado pretende ser un actor y decidir quiénes y en dónde deben participar y ganar los cargos de gobierno, tratando de imponer su ley y arrastrar con la paz y el bienestar de los mexicanos.

Sin duda, esta situación no es nueva, pero es una realidad que jamás debió ser normalizada y ha ido en aumento elección tras elección. Es la sombra persistente de la violencia político electoral que amenaza con desdibujar la voluntad de los ciudadanos y poner en entredicho la legitimidad de nuestras instituciones democráticas. En estos estados, el clima de inseguridad se ha transformado en un obstáculo difícil de sortear para quienes desean participar en un proceso electoral libre y justo. Pues ahora no solo deben de contender contra candidatos de un partido político, sino que además enfrentar a todo un aparato del estado que no duda en echar mano de todos los recursos a su disposición y, por si algo hiciera falta, al crimen organizado que los presiona, amenaza, violenta y, en algunos casos, los mata si se niegan a hacer lo que ellos quieren.

La violencia política, lamentablemente, ha sido una constante en Veracruz. Los recientes atentados contra candidatos y candidatas han puesto en evidencia el peligro que enfrentan quienes buscan un cambio verdadero. Y lamentablemente, todas estas historias tienen un común denominador: la impunidad.

Ante esta situación, hago un llamado urgente a las autoridades federales y estatales para garantizar la seguridad de todos los involucrados durante y después de la jornada electoral del próximo primero de junio. El miedo no puede ser una estrategia de campaña y el factor que determine quien gobierna. El crimen organizado no puede ser el árbitro de esta elección. Cada candidata y candidato debe tener el derecho a hacer campaña sin la zozobra de pensar que están jugándose la vida; y cada ciudadano debe tener la confianza de salir a votar con libertad y seguridad.

No podemos seguir permitiendo que la violencia manche de sangre nuestra democracia ni que el miedo acabe con la esperanza de un país más justo y transparente. La historia demuestra que una democracia fuerte se construye con base en justicia, respeto y seguridad para todos los actores políticos y ciudadanos. La participación activa y segura debe ser un derecho que nadie pueda arrebatar, y menos aún, una estrategia de quienes buscan perpetuar sus intereses a costa del sufrimiento de otros.

A pesar de las amenazas, los riesgos, la ausencia de protocolos eficaces de protección electoral y la falta de coordinación entre las autoridades federales, estatales y municipales, el PAN no se retirará: Aquí estamos y vamos a seguir estando, asegurando que la lucha del partido continúa, sin importar las dificultades.

La realidad en Veracruz y Durango revela que la violencia no solo busca eliminar físicamente a quienes ejercen la política con integridad, sino también sembrar la apatía en la ciudadanía, deslegitimar las instituciones y avanzar en un escenario de impunidad que solo favorece a los criminales y corruptos.

Desde el Partido Acción Nacional, reafirmamos nuestro compromiso de seguir luchando por un México donde las urnas sean la expresión auténtica de la voluntad del pueblo, y no la imposición del más fuerte o violento. La democracia no es solo votar; es garantizar que cada voto sea libre, respetado y protegido, y que los procesos electorales transcurran en un entorno de paz y respeto mutuo.

El PAN sabe que el futuro de Durango, Veracruz y de México en general depende de las decisiones que se tomen en las urnas. Por eso que nadie dude, que defenderemos cada uno de sus triunfos.

Hoy, más que nunca, el país necesita un gobierno que ponga la seguridad, la justicia y el bienestar de las personas por encima de los intereses de unos pocos. En un escenario en el que la violencia y la corrupción intentan dominar, el PAN se mantiene firme, con la certeza de que solo con un trabajo constante, cercano a la gente y comprometido con la verdad, podrá lograr el México que todos deseamos.

Es importante recordar que la victoria electoral no se alcanza con miedo ni con desesperación. En Acción Nacional sabemos que el camino hacia el triunfo se construye todos los días, con trabajo, con esfuerzo, con cercanía. Por eso, recalco que las campañas no se ganan con espectaculares ni con tweets, sino tocando puertas, recorriendo cada rincón, escuchando a la gente y trabajando para mejorar su vida. Como lo hemos hecho acompañando a los candidatos y candidatas desde el inicio de esta elección.

La victoria de Durango y Veracruz no será solo una victoria electoral. Será una victoria de principios, de lucha, de cercanía con la gente. Y eso es lo que representa Acción Nacional: un partido que no se rinde ante la adversidad, que sigue adelante a pesar de los desafíos y que, sobre todo, está dispuesto a enfrentar a un régimen que ha puesto en riesgo la democracia y el futuro de nuestro país. La violencia y la impunidad no debe normalizarse. La esperanza de un mejor México y de unas elecciones libres, justas y seguras debe prevalecer.

En estos tiempos difíciles, el PAN es la única opción que realmente puede garantizar un cambio genuino.

Presidente Nacional del PAN

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