on cariño a mi amiga, Rosario Green Macías, excanciller de la República y subsecretaria de la ONU.

La Embajada de la República Popular China encabezada por su Embajador Chen Daojiang ayer conmemoró en su sede, el 76 aniversario de la fundación de la República Popular China, fue una verdadera fiesta con la asistencia como invitado especial del Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de Gobierno de México Julio Berdegué Sacristán en representación de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, así como altos funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Embajada quedó pequeña por la gran cantidad de amigos que concurrieron para recordar la acción heroica del pueblo chino con su revolución triunfante constituida en gobierno el primero de octubre de 1949, movimiento armado que contó con la simpatía del mundo, especialmente de México por la decisión de romper cadenas del colonialismo de las potencias que pisoteaban su territorio nacional que organizaron un verdadero condominio de ocupación ilegal.

El Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural en un mensaje breve recordó a quienes coadyuvaron en su momento la certera visión de la construcción de la amistad y cooperación inquebrantable entre México y China.

Estos países hermanos se inspiran en la misma pasión: cooperación, compromiso para la paz, justicia y seguridad internacional, hace 53 años cuando sellaron su alianza indestructible enmendó el comunicado conjunto firmado por los embajadores plenipotenciarios en la ONU por instrucciones de sus respectivos gobiernos el 14 de febrero de 1972 formalizaron sus relaciones diplomáticas tomando como base, principios soberanos de respeto mutuo, respeto a soberanías, independencia, integridad territorial, no agresión y no intervención en asuntos internos..

En su mensaje el Embajador plenipotenciario representante de China en México hizo un retrato hablado repasando la historia sobre las difíciles circunstancias del mundo bipolar cuando estas dos repúblicas amigas formalizaron sus relaciones diplomáticas, decisión no exenta de riesgos y presiones por parte de las potencias especialmente de los Estados Unidos de Norte América no veían con buenos ojos a China en la comunidad internacional con la “tesis de las dos chinas” es decirla República Popular China y China Nacionalista encabezada por la camarilla de Chiang Kái-shek. Con gran firmeza México rechazó esta tesis afirmando que no había dos chinas, que era solo una soberanía la cual legitima y legalmente pertenecía a China Popular.

Se escucharon y sonaron fuerte las palabras sinceras de gratitud a México por su decisión por mantener y enriquecer por más de 50 años las regiones de amistad y cooperación entre los dos países, relación que asciende en los momentos actuales a nivel estratégico.

No podemos olvidar quienes asistimos a la sesión del 5 de octubre de 1971 cuando el Presidente de México Luis Echeverría Álvarez en este histórico evento con la presencia también ante este alto Organismo para la paz y seguridad internacional del Embajador Premio Nobel de la Paz Don Alfonso García Robles, la afirmación y voto mexicano de que China perteneciera a la Organización de las Naciones Unidas como le correspondía legal y legítimamente. Cuando afirmó: “un avance trascendental para realizar el principio de una universalidad será dar la bienvenida durante el actual periodo de sesiones a los representantes de la nación que alberga su territorio a la cuarta parte de la población del mundo: la República Popular China y su consecuente ingreso al sitio que le corresponde en el Consejo de Seguridad. Al mismo tiempo será necesario reconocer que la soberanía y la integridad territorial de la nación de China son jurídicamente indivisibles”.

El 25 de octubre del mismo año, el gobierno mexicano votó en favor de la resolución 2758 de la Asamblea General de las Naciones Unidas propuesta por Albania, Argelia y 23 países más, pidiendo la restitución a la República Popular China de todos sus legítimos derechos en las Naciones Unidas, reconociendo que los representantes de la República Popular China son los únicos representantes legítimos de China en la Naciones Unidas, debiendo expulsar inmediatamente a los representantes de Taiwán del puesto que ocupaba ilegalmente en la organización internacional. La Secretaria de Relaciones Exteriores mexicanas emitió un comunicado conjunto el cual anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con el gobierno de Chiang Kai-shek. Esta decisión soberana y no subordinada engrandeció el prestigio de la diplomacia mexicana.

El 14 de febrero de 1972 los representantes permanentes de China y México en Naciones Unidas por instrucciones de sus gobiernos firmaron un comunicado conjunto estableciendo a partir de esa fecha sus relaciones diplomáticas, en la ciudad de Nueva York, por instrucciones de sus gobiernos: Don Alfonso García Robles representante de México y Wuhan Wua representante de China. Este documento fue el acta de nacimiento de la amistad y cooperación de estos dos países, fundados en principios de respeto mutuo a su soberanía, independencia, integridad territorial, no agresión, no intervención, y solución pacífica de las controversias.

Como testigo de la diplomacia tras bambalinas ayer recordé lo que no puedo olvidar haber sido testigo de la conducta de México en momentos de deficiencia para reivindicar a un país que estaba aislado, marginado el cual actualmente se erige como una verdadera potencia de la paz y la cooperación internacional con el impulso de una nueva ruta de la seda: la Hoja y la Ruta, constituyéndose como potencia económica, tecnológica y militar del siglo XXI que en tan solo 30 años es un ejemplo de avance tecnológico de un pueblo y su gobierno que han superado las hambrunas del pasado.

Internacionalista

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