Las tecnologías digitales y de Inteligencia Artificial (IA) transforman el mundo del trabajo. Así, la fuerza laboral actual necesitará aprender nuevas habilidades y adaptarse a cambios globales y retos hasta ahora no imaginados.

Ante las irrupciones al acecho y volatilidad emerge una certeza: muchos puestos de trabajo, tal como los conocemos ahora, desaparecerán, pero también surgirán otros a medida que la automatización, la IA y la robótica se afiancen.

En general se asume que las habilidades manuales y físicas, así como las cognitivas básicas, tenderá a descender. Al unísono, crecerá la demanda de habilidades tecnológicas, sociales y emocionales. Paralelamente también aumentará el valor de las competencias cognitivas superiores.

En medio de esta revolución laboral, algunos trabajos serán especializados en un mercado laboral más automatizado, digital y dinámico.

Las habilidades que prevalecerán, sin importar la función o industria en la que se participe, son aquellas que pueden agregar valor más allá de lo que pueden hacer los sistemas automatizados y las máquinas inteligentes.

Asimismo, se deberá operar en un entorno digital y adaptarse continuamente a las nuevas formas de trabajo y nuevas ocupaciones.

En general existen cuatro grandes categorías de habilidades: cognitivas, digitales, interpersonales y de autoliderazgo. La comunicación y la flexibilidad mental son dos grupos de habilidades que pertenecen a la categoría cognitiva, mientras que la eficacia del trabajo en equipo pertenece a la categoría interpersonal.

También existe una mezcla de habilidades y actitudes imprescindibles para desempeñarse efectivamente en el trabajo del futuro.

Ahora, en general, quienes poseen niveles más altos de educación están mejor preparados para los cambios en el lugar de trabajo. Pero esto no significa que predominen en los 53 actitudes y habilidades requeridas.

Sin embargo, los ingresos altos si se asociaron a la comprensión de los sistemas digitales, uso y desarrollo de software, planificación y formas de trabajo y comunicación.

La competencia digital está particularmente asociada con ingresos más altos: 41 por ciento más de probabilidades de obtener un ingreso del quintil superior respecto a los que poseen menor competencia digital.

Las habilidades y actitudes más asociados con los ingresos altos fueron "desarrollo de planes de trabajo" y "hacer las preguntas correctas", ambos en la categoría cognitiva; "autoconfianza", en autoliderazgo y "conciencia organizacional", en el área interpersonal.

La satisfacción laboral también se asocia al autoliderazgo. Manteniendo constantes todas las variables, incluidos los ingresos, "automotivación y bienestar", "hacer frente a la incertidumbre" y "autoconfianza”, impacta en el bienestar laboral.

Hoy, más que nunca, se requiere garantizar la asequibilidad de la educación a lo largo de toda la vida. La actual revolución tecnológica debe garantizar un acceso universal. Requerimos habilidades nuevas para el futuro mundo laboral.

Rector del Colegio Jurista

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