El pasado 14 de febrero, la Ciudad de Nueva York presentó una demanda contra cinco de las principales redes sociales (TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y YouTube) por su presunta responsabilidad a una crisis de salud mental entre los menores de NY. Esta acción legal, presentada ante el Tribunal Supremo de California, destaca no solo los aspectos negativos que generan estas plataformas, sino que también puede establecer un precedente que cambiaría el panorama legal en torno a la responsabilidad de las redes sociales. Las obligaría a responder por sus excesos y abusos, serían sujetos de responsabilidad legal por los efectos en sus servicios hacia los niños y jóvenes.

La demanda, impulsada por el alcalde Eric Adams y respaldada por el Departamento de Educación y el Departamento de Salud de la ciudad, aborda los riesgos para la salud mental de los jóvenes, y, también plantea temas cruciales acerca de quién puede considerarse afectado cuando las redes sociales operan sin control ni límites legales, impactando con ello a prácticamente toda la población que tenga conectividad. Este acto podría abrir la puerta a un nuevo precedente en los EUA, estableciendo que las ciudades tienen un interés jurídico suficiente y legítimo para demandar a empresas tecnológicas más controles y que sean responsable por los posibles daños a sus residentes, en especial los menores.

Históricamente, las demandas contra gigantes tecnológicos han sido impulsadas por estados o coaliciones de estados. Sin embargo, la iniciativa de la Ciudad de Nueva York sugiere que las ciudades pueden ahora afirmar un interés legítimo y un perjuicio específico, lo cual podría tener implicaciones significativas en futuros casos legales similares.

Ha llegado el momento de hacer responsables a empresas que sin límites y casi en total impunidad, impactan al interés público sin que sus actividades y servicios sean regulados.

El 24 de enero pasado, la ciudad declaró a las plataformas como "amenazas para la salud mental". En el último informe anual del estado que guarda la ciudad, el Alcalde identificó la lucha contra los efectos perjudiciales de las redes sociales como una de las principales acciones a emprender en su gestión. En este sentido, afirmó que la ciudad gasta anualmente 100 millones de dólares en programas de tratamiento de salud mental para la juventud, manifestando la magnitud de los esfuerzos requeridos para abordar los desafíos derivados del uso excesivo, adictivo y dañino de las redes sociales.

El pasado 31 de enero, 5 CEOs de las plataformas más importantes y con mayor presencia a nivel mundial se presentaron ante el Comité Judicial del Senado de los EE.UU. para responder preguntas sobre el manejo y diseño de sus plataformas. Una de las discusiones con mayor impacto fue sobre la mercantilización de los usuarios y el uso de algoritmos para fomentar el uso compulsivo de las redes sociales. Este es uno de los temas claves para regular el futuro de las redes, así como la intromisión en nuestros datos personales sin mayores consecuencias.

Mientras por un lado los empresarios de las redes sociales ven la manera de generar más ganancias con la inducción a generar más y más adicción a contenidos frívolos y sin mayor relevancia, por otro lado se está cumpliendo la profecía de Sartori, con una nueva generación de video-niños que cada día pierden más capacidad de abstracción cognitiva, para entender cosas importantes de sus entornos de vida social y futuro profesional.

En última instancia, la demanda presentada por la Ciudad de Nueva York no solo sienta un precedente legal importante, sino que también podría desencadenar una cascada de acciones legales similares. Es probable que otras organizaciones, ciudades e individuos se encuentren motivados y decididos a presentar una demanda análoga en el futuro cercano. Probar daños no es cosa difícil, solo tiene que llevar a Profesores de nivel primaria hasta universitarios para que ofrezcan sus testimonios en donde relaten cómo los alumnos generación tras generación pierden capacidades para interesarse en la lectura y tener mejor compromiso de la misma. Es una catástrofe.

En un escenario donde las demandas podrían acumularse rápidamente, la creación e implementación de una regulación efectiva se vuelve crucial. Establecer estándares legales para el uso de algoritmos y el desarrollo de plataformas no solo aliviaría la carga del sistema judicial, sino también proporcionaría seguridad jurídica y una guía clara para las empresas tecnológicas. Más importante, podríamos rescatar parte del futuro de video-niños adictos a contenidos superfluos que únicamente estimulan el ocio e ignorancia digital.

Este cambio de perspectiva legal podría ser la llave que pueda hacer que las redes sociales efectivamente rindan cuentas. Es el momento oportuno para abogar y defender el futuro que priorice la integridad, la ética y el bienestar de los niños y niñas que serán en el futuro, los responsables de lo que sigue. ¿Una utopía? Así parecía con David frente Goliat, pero para conquistar el futuro hay que ganar el presente.

Cónsul General de México en Nueva York.

@Jorge_IslasLo

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