Park Avenue es una de las avenidas más transitadas de Manhattan. La zona cuenta con una de las primeras asociaciones público-privadas de la ciudad cuyo Comité de Escultura colabora estrechamente con el programa "Art in the Parks" para presentar una variedad de exposiciones temporales de esculturas.
Este lugar es muy deseado por varios artistas internacionales que desean presentar su trabajos creativos en la Gran Manzana. El proceso de selección valora y delimita entre un gran número de candidatos cada año.
Con una comunidad orgullosa, desde marzo de este año y hasta el mes de octubre, se presenta la exposición: Huellas Para Recordar, de la artista mexicana Betsabeé Romero.
Habiendo recorrido una impresionante trayectoria artística, el trabajo de Betsabeé se ve enfocado en la expresión de nuestra cultura ancestral con arte contemporáneo. Las temáticas reflejadas en sus creaciones, conllevan siempre una importancia social como lo son el consumismo y la migración.
Para Romero, “el arte es una forma de conocimiento, es un ejercicio ecléctico en la construcción de significados”.
La ciudad cosmopolita muy exigente, reitera la apreciación y reconocimiento al talento su trabajo. Sus obras están actualmente instaladas en las calles transversales desde East 81st hasta East 83rd en Park Avenue. La ubicación cerca del Museo Metropolitano de Arte pretende resonar con las colecciones de arte precolombino y contemporáneo del museo. Cada una de sus piezas expresa las tensiones entre las tradiciones locales e históricas y las sociedades industrializadas.
En una creativa metalurgia, la artista utilizó el caucho, típicamente usado para la creación de neumáticos. Adjuntó motivos precolombinos, láminas de oro y plata y piedras talladas. El resultado fue la colisión del trabajo artesanal de nuestras raíces mesoamericanas con la producción industrial, dando una sensación de observar una fusión de historia y tecnología, tradición y modernidad.
Se trata de una expresión llena de simbolismo. Más aún, esta exhibición materializa la conexión de México en Nueva York, a través de la presencia de nuestras comunidades con sus aportaciones culturales en la ciudad de la modernidad y sofisticación.
Cada una de estas piezas encierra una historia. No son sólo obras de arte; son reflejos de la resistencia y los retos a los que se enfrenta la comunidad mexicana. Las esculturas están hechas de hule, materiales que evocan la época prehispánica y representan las raíces culturales de nuestro país. La referencia a los Olmecas es precisamente por considerarlos como los hombres de hule.
Con neumáticos de autobús, Betsabeé logró evocar la dualidad de sentimientos presentes en los mexicanos al intentar emigrar: tanto la esperanza como el dolor. Se trata del símbolo de las penurias soportadas por los migrantes mexicanos, que arriesgan sus vidas en busca de mejores oportunidades. Siempre viendo hacia adelante.
La exhibición nos cuenta sobre las luchas cotidianas de nuestra comunidad migrante; de los límites y las complicaciones que implica vivir lejos del país de origen. Pero también simboliza la fuerza, resistencia, perseverancia y esperanza. El uso de objetos reciclados son símbolo de nuevos ciclos. Las llantas, simbolizan la movilidad. También medios para caminar hacia un destino.
Betsabeé unificó esta herramienta con pinturas tradicionales y arte ancestral, simbolizando que México avanza cuidando su herencia, orgulloso y con la frente en alto. A medida que el mexicano se encamina, su camino a la vez se construye, de ahí es la fuerza de su resiliencia.
Hoy en día, el arte ejerce un impacto social significativo al servir de protesta, crítica y difusión de ideas y valores. Asimismo, fomenta la diversidad cultural y la inclusión social, facilitando la conexión y el intercambio de experiencias entre comunidades.
La ciudad de Nueva York reconoce a través del arte mexicano la historia de nuestra lucha y la presencia de nuestra comunidad en la ciudad. El haber otorgado este importante espacio no solamente es motivo de orgullo para nosotros y reconocimiento a la genialidad de la creadora, es también la declaración de que el migrante tiene su lugar, nada menos que en el corazón de Manhattan.
Qué orgullo caminar por Park Avenue, y ver la riqueza de nuestro patrimonio cultural y nuestra historia comunitaria en NY. Tal como las cinco esculturas de Romero, con esta rueda de elementos reciclados que avanza hacia nuevos ciclos, llevando en su esencia la tradición, fuerza y espíritu de México.
Cónsul General de México en Nueva York.
@Jorge_IslasLo