El tercer lunes de enero de cada año se celebra el Día de Martin Luther King Jr. en los Estados Unidos, en conmemoración a su importante contribución a la lucha por la igualdad racial y la no discriminación. Fecha que sirve para recordar los ideales de igualdad ante la ley que defendió a lo largo de su vida y que pronunció con gran contundencia una tarde de agosto de 1963 en su inmortal discurso “I have a dream”.
La lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, principalmente durante las décadas de 1950 y 1960, buscaba poner fin a la segregación racial y garantizar la igualdad de derechos para todos. Este período estuvo marcado por eventos significativos como la decisión de la Corte Suprema en el caso Brown v. Board of Education, y la promulgación de la primera ley incluyente sobre derechos civiles en los EUA.
Sin embargo, en la actualidad, la comunidad afrodescendiente, la comunidad latina y otras minorías en EU se cuestionan si la lucha y legislación por el reconocimiento de los derechos civiles ha logrado el fin para el que fue creada. Luther King soñó con el día en el que sus cuatro hijos pudieran vivir en una nación “donde no se les juzgue por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter”. ¿Es un sueño hecho realidad o a medias? Consideremos el ámbito educacional, habitacional y laboral, para identificar la emancipación que han logrado las minorías.
El fallo reciente de la Suprema Corte de EU que determinó la acción afirmativa que tomaba en cuenta el factor de raza en las admisiones universitarias, cómo violatoria de la cláusula de protección igualitaria de la 14ª Enmienda de la Constitución, es regresiva y claramente perjudicará preponderantemente a las minorías raciales que buscan por medio de la educación universitaria oportunidades de desarrollo. Se prevé que entre el 40% y 60% de los estudiantes afrodescendientes inscritos y entre el 25% y 45% de los estudiantes latinos inscritos no hubieran sido admitidos sino fuera por la aplicación de la acción afirmativa, según se señala en el artículo de Forbes, “What the end of Affirmative Actionmeans for colleges and univeristies”. En el futuro habrá más desigualdad social con este tipo de determinaciones.
En el ámbito habitacional y de vivienda hay un problema de segregación e inclusión velado. The Fair Housing Act de 1968 prohíbe la discriminación en la venta, alquiler y financiación de viviendas por motivos de raza, color, religión, sexo u origen; sin embargo existe una desventaja de facto para las minorías . Algunas de las prácticas comunes que obstaculizan el acceso a un mercado equitativo son las normas de zonificación, prestamistas usureros y condiciones de ingreso, salario y reputación financiera.
En la Ciudad de Nueva York, la ciudad con mayor diversidad y multiculturalidad en EU, se puede identificar cuál es un barrio predominantemente ocupado por residentes afrodescendientes, cuál es un barrio de mexicanos, un barrio chino, un barrio italiano, etc. La segregación es evidente, aun cuando está prohibida y penalizada por la ley.
Por último, la inequidad laboral en los Estados Unidos se manifiesta en la disparidad salarial, en la desigualdad de oportunidades de ascenso y crecimiento laboral y en la tasa de desempleo. La Oficina de Estadísticas Laborales de EU (BLS, por sus siglas en inglés) señaló que, en el 2021, los latinos ganaban 777 dólares a la semana, 801 dólares los afrodescendientes, 1.018 dólares los blancos y 1.328 dólares las personas de descendencia asiática. La tasa de desempleo también es mayor para los afrodescendientes, latinos y nativoamericanos, según datos de la BLS. Esto sin mencionar los migrantes que trabajan y sostienen la economía del país sin que sus derechos laborales sean reconocidos; de hecho estas personas no son consideradas en los censos y estadísticas.
Como se aprecia, son muchos los retos aún por vencer para hacer realidad el sueño de Martin Luther King, no obstante tienen logros que han permitido edificar una sociedad más tolerante frente a la participación de las minorías en otras acciones de la vida pública, como lo es la política en donde las minorías han logrado impulsar, por medio del voto, a diversos representantes de sus comunidades en diversas esferas y ámbitos del gobierno. Buena señal hacia el futuro de quienes buscan también hacer realidad otro sueño, el llamado sueño americano, el cual brinda oportunidades bajo el criterio de igualdad y mérito a toda persona esforzada que busca un nuevo horizonte de vida personal y familiar. Por lo pronto, el legado de Luther King ha dejado sueños a medias.
Cónsul General de México en Nueva York.
@Jorge_IslasLo