«Sin salud no hay trabajo digno, y sin trabajo digno no hay salud duradera.»
Ramazzini Bernardino, considerado el padre de la medicina del trabajo
El día de ayer, en Toluca, Estado de México, en representación del director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), maestro Zoé Robledo, firmamos un convenio de colaboración entre el Instituto y FEMSA, con el objetivo de llevar los programas preventivos Entornos Laborales Seguros y Saludables (ELSSA) y PrevenIMSS a sus centros de trabajo, con el propósito de privilegiar el desarrollo, el bienestar y la salud de las y los trabajadores durante el desempeño de sus labores.
El IMSS puso en marcha en 2022 el programa ELSSA, una iniciativa voluntaria de enfoque tripartito que busca transformar la cultura de la salud ocupacional en México. ELSSA tiene como finalidad prevenir accidentes de trabajo y enfermedades crónico-degenerativas mediante estrategias de bienestar implementadas directamente en los centros laborales. Promueve que las empresas adopten medidas proactivas para mejorar la seguridad y la salud de sus empleados, orientando decisiones saludables y generando condiciones óptimas de trabajo que impactan positivamente en la productividad. Concebido tras la pandemia de COVID-19, el IMSS planteó este programa como “la tarea del post-COVID” para alcanzar una nueva y mejor normalidad en salud y bienestar laborales.
Desde la perspectiva institucional, ELSSA es un programa gratuito, voluntario y no punitivo, basado en la colaboración entre autoridades, empleadores y trabajadores. Sus principales objetivos son mejorar la salud y el bienestar de la población trabajadora, prevenir accidentes y enfermedades en los centros de trabajo, y reducir la exposición a factores de riesgo ergonómicos y psicosociales. ELSSA se estructura en cinco líneas de acción que abordan los principales retos de la salud laboral: la prevención de accidentes (particularmente en manos y tobillos), la prevención de trastornos musculoesqueléticos, la vigilancia de la salud en el trabajo, la prevención de riesgos psicosociales y la promoción de la salud y el bienestar.
Los beneficios de ELSSA se reflejan tanto en las empresas como en sus trabajadores. Para las compañías, representa el acceso a herramientas de gestión, asesoría especializada y reducción de riesgos, lo que se traduce en menos accidentes, menor ausentismo y ahorros potenciales —por ejemplo, en la prima de riesgo por siniestralidad—. Al cumplir con las recomendaciones, las empresas pueden obtener el Distintivo ELSSA, un reconocimiento anual que avala sus buenas prácticas en seguridad y salud ocupacional. Incluso se premia a las organizaciones más comprometidas; por ejemplo, una empresa galardonada en 2023 redujo su tasa de accidentes en más de 60%.
Por su parte, las y los trabajadores se benefician de entornos más seguros y saludables: menos riesgos implican menos lesiones, incapacidades y ausentismo. Además, la promoción de hábitos saludables contribuye a la prevención de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión. El IMSS también ha reportado mejoras en la salud física y mental de la fuerza laboral, con un mayor bienestar general y un incremento en la satisfacción y sentido de pertenencia entre los empleados.
En conclusión, ELSSA se ha consolidado como un pilar estratégico del IMSS para lograr entornos de trabajo más seguros y saludables. La colaboración tripartita y el respaldo de las autoridades laborales permiten que el programa siga fortaleciéndose e incorporando innovaciones tecnológicas para ampliar su impacto. Cuidar la salud de quienes trabajan no es un gasto: es la mejor inversión que puede hacer un país. Con ELSSA sembramos un futuro en el que cada trabajador regrese a casa sano, completo y orgulloso de su labor.