Este fin de semana, en el Gran Premio de Arabia Saudita, la escudería italiana puso, sin proponérselo, una valiosa carta sobre la mesa, la del piloto británico Oliver Ollie Bearman, quien lució como un diamante en bruto a sus tan sólo 18 años, con un debut de sueño sumando puntos. Ferrari mostró que sí tiene talento propio para su futuro en F1.
Uno de los temas recurrentes en la máxima categoría es que las estrellas que venimos viendo en los 20 asientos más preciados del automovilismo se vienen haciendo “viejas”. Tenemos pilotos como el mismo Checo Pérez, con 12 años, o Hamilton ya con casi tres lustros en el serial; qué decir de Fernando Alonso, quien debutó un marzo de 2001 y que sigue siendo la referencia a sus 42 años.
Casi toda la parrilla representa una apuesta segura para cualquier equipo de Fórmula 1, pues tienen experiencia, y más de la mitad ha ganado una carrera de GP o Sprint (Verstappen, Hamilton, Alonso, Bottas, Ricciardo, Pérez, Leclerc, Sainz, Piastri, Oconv y Gasly)... Además de que excepto cinco, todos han subido al podio.
Lo anterior complica el panorama para los que buscan llegar a la máxima categoría, los equipos se la piensan demasiado y a los futuros talentos los van llevando de a poco, primero admitiéndolos en sus programas de desarrollo, poniéndolos a practicar en algunos Grandes Premios para después ascenderlos a pilotos de reserva. Excepcionales han sido los casos de Max Verstappen en Red Bull (un error que sigue lamentando Toto Wolff en Mercedes) y de Oscar Piastri en Alpine, en donde el australiano fue prácticamente arrebatado por McLaren al equipo galo.
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Pero la fortuna también aparece como factor, y ese fue el caso este fin de semana, en donde la apendicitis de Carlos Sainz abrió la puerta al piloto inglés Ollie Bearman, un tipo con estrella, ya que como muchos de sus pares en F1, ha demostrado su valor con campeonatos europeos en karts o Fórmula 4 (donde logró 17 triunfos) y victorias en F3, lo cual llevó a Ferrari a ficharlo en su Academia de pilotos, corriendo actualmente para el equipo de F2, Prema Racing.
Muchos se preguntaron de dónde salió Ollie, olvidando que desde el año pasado es piloto reserva del equipo Haas (propulsado por Ferrari), en donde completó su programa de pruebas en 2023, debutando en los primeros entrenamientos libres en México, repitiendo el rol en Abu Dhabi.
Este fin de semana, Bearman estuvo a punto de sacar del top ten en la clasificación al futuro de Ferrari, Lewis Hamilton. Con su sólido séptimo sitio sumó los nada despreciables seis puntos, cifra que varios pilotos no alcanzarán este año.
Bearman abrió de capa su futuro en la máxima categoría y seguramente lo veremos en 2025 como piloto titular.
